donostia. Aunque lleva un par de meses en funcionamiento, los responsables de la Dirección vasca de Inmigración presentaron ayer el servicio de atención y asesoría jurídica que asumió, con polémica incluida, las funciones que con anterioridad desarrollaba Heldu. En este tiempo han sido atendidas 450 consultas en materia de extranjería, de las que poco más de un centenar (110) han sido derivadas a los letrados del turno de oficio especializados adscritos a los Colegios de Abogados de Bizkaia, Gipuzkoa y Álava.

En la mayoría de las ocasiones, las personas que han solicitado ayuda de esta red de juristas se encontraban en una situación de irregularidad sobrevenida; es decir, con sus papeles en regla, pero rozando la ilegalidad porque, por ejemplo, la crisis les ha dejado sin empleo y, como consecuencia, pueden tener problemas para poder renovar sus documentos. El trabajo de los abogados está encaminado a ofrecer soluciones a esas personas, angustiadas por la expiración de sus visados.

Así lo expresó ayer Miguel González, el máximo responsable de la Dirección de Inmigración del Gobierno Vasco, que desgranó los puntos fuertes del convenio firmado por ambas partes, entre los que destacó la profesionalidad y la rapidez en la tramitación de expedientes.