"No somos perros, somos personas que buscamos la libertad"
los inmigrantes retenidos en lampedusa piden una solución mientras aparecen setenta cadáveres
Deia, , 04-04-2011ROMA. “No somos perros, somos personas. Personas que hemos tenido que huir de nuestro país en busca de libertad porque en Libia no hay libertad”. Este era el grito de auxilio de uno de los centenares de inmigrantes retenidos en el centro de inmigración de Lampedusa y a los que siguen sin encontrar una solución. Mientras, setenta cadáveres han sido recuperados frente a las costas de Libia, cerca de Trípoli, según informó ayer a Efe el presidente de la agencia italiana para los refugiados Habeshia, Mussie Zerai. “Sabemos que setenta cadáveres fueron encontrados en el mar, cerca de Trípoli”, dijo Zerai.
Se cree que puede tratarse de inmigrantes que murieron intentando alcanzar las costas italianas. Zerai dijo haber conocido la noticia el pasado jueves “a través de varias personas que están en Libia”. Los cuerpos fueron enterrados el pasado jueves, el mismo día en que fueron encontrados, sin que fuesen reconocidos.
La portavoz en Italia del Alto Comisionado de las Naciones Unida, Laura Boldrini, alertó el pasado viernes de que dos embarcaciones con más de 400 personas lanzaron en los últimos días mensajes de socorro a través de un teléfono por satélite y todavía no habían sido localizadas. La agencia italiana Habeshia para la cooperación al desarrollo se instituyó en 2006 y trabaja con inmigrantes procedentes del norte de África, desarrollando actividades de voluntariado entre colectivos de refugiados y solicitantes de asilo en el país italiano.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, viajará hoy a Túnez para tratar la situación de emergencia creada por la inmigración y pedir la colaboración de las autoridades tunecinas para repatriar a parte de los cerca de 20.000 indocumentados llegados a las costas italianas en mes y medio. El jefe del Ejecutivo italiano propondrá al Gobierno de Túnez la repatriación de cien tunecinos al día con la entrega de “un apoyo económico” para la reinserción de los inmigrantes en su propio país. Asimismo, quiere que Túnez se comprometa a vigilar sus costas para evitar las salidas de más inmigrantes. No obstante, la afluencia diaria de barcazas cargadas de tunecinos a la isla de Lampedusa, aún con unos 3.000 indocumentados a pesar de los trasladados, disparó las tensiones entre los propios inmigrantes.
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