roma. Al mismo tiempo que la Comisión Europea, a través de la comisaria de Inmigración, Cecilia Malmstrom, ofrecía ayuda a Italia para repatriar a los miles de inmigrantes tunecinos llegados a la isla de Lampedusa en las últimas semanas, el Gobierno de Berlusconi iniciaba el traslado de estas personas a otros campos de refugiados.

Según algunas fuentes, las autoridades italianas trasladaron ayer desde Lampedusa a más de 2.500 tunecinos. La mayoría viajó en dos barcos en dirección a Taranto, en el sur de Italia, dentro del plan anunciado por el Gobierno para el traslado masivo de indocumentados desde Lampedusa, que había llegado a una situación de emergencia debido a la presencia de más de 6.200 inmigrantes en el territorio, más personas que la población de la isla.

Por su parte, la comisaria europea de Inmigración, Cecilia Malmstrom, afirmó ayer que “estamos preparados para ayudar a las autoridades italianas a encontrar una solución”. Señaló que la CE podría ayudar a “organizar el regreso”, coordinando el viaje con las autoridades italianas y tunecinas y financiando “el 75 % de una suma que será eventualmente dada a las personas que quieran volver voluntariamente”.

Alrededor de 22.000 inmigrantes han desembarcado en las costas italianas procedentes del norte de África en el último mes y medio. De ellas, unas 2.000 son refugiados procedentes de Libia, en su mayoría de origen eritreo y somalí y el resto son inmigrantes económicos.

Estos días en Italia se ha insistido mucho en la diferenciación entre los inmigrantes que tienen derecho a pedir asilo porque escapan de guerras y de conflictos como, por ejemplo, los llegados desde Libia, y los considerados “clandestinos”, como los tunecinos. Para intentar frenar la llegada de inmigrantes , el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, viajará el lunes a Túnez.