El Pleno aprobó una moción de SOS Racismo presentada a través del grupo EB-Berdeak-Aralar, con los votos a favor de este grupo, EAJ-PNV y la izquierda abretzale; la abstención del PSE y el voto contrario del PP. El texto de la misma recuerda que en las elecciones municipales de mayo «alrededor de 2.200 inmigrantes extranjeros no comunitarios» van a poder ejercer el derecho a sufragio, gracias al acuerdo alcanzado con una serie de países. Para que esto sea posible, «debe cumplirse el criterio de reciprocidad» y los inmigrantes «deben acreditar cinco años de residencia legal». La moción de SOS Racismo hace referencia a las «limitaciones» de este criterio, ya que a quienes provienen de países sin mínimas garantías democráticas «se les priva aquí de ese derecho». El texto aprobado «entiende que una democracia plena y participativa exige tomar en consideración y ampliar los derechos políticos de las personas residentes en el municipio».
Respecto a esta moción, el PP afirmó ayer en rueda de prensa que «en absoluto representa el sentir mayoritario de la ciudadanía». Según la portavoz, Juana de Bengoechea, el texto aprobado pide «que todos los inmigrantes tengan derecho a votar, en todas las elecciones, cambiando la Constitución». Si bien reconoció que la trascendencia de la moción aprobada será únicamente «simbólica», Bengoechea criticó la asbtención del PSE: «si se hubieran decantado, esto no habría sucedido. Han permitido con su abstención que Irun sea una ciudad que pide que se cambie la Constitución para que aquí pueda votar todo el mundo».