Más de 5.000 norteafricanos han llegado a la isla los últimos días

Más de 5.000 norteafricanos han llegado a la isla los últimos días

La situación en la isla italiana de Lampedusa es un polvorín a punto de estallar. En las últimas 24 horas llegaron otros 2.000 inmigrantes procedentes del norte de África que se suman a los más de 3.700 llegados durante el fin de semana. En total, son más de 5.000 personas que no encuentran donde dormir ni donde estar y cuyo número supera al de los residentes, que ayer protagonizaron una revuelta.

Mientras un grupo de pescadores bloqueaban la entrada del puerto con cuatro pateras de las utilizadas por los norteafricanos, en el muelle unas 50 mujeres junto con un grupo de políticos de la derecha local protestaban e incitaban a otros hombres a participar. Algunas personas se encadenaron y otras volcaron los contenedores de basura al tiempo que exhibían pancartas de protesta: «No queremos entrar en cuarentena», gritaban.

El sentimiento general que reina en la isla es de cansancio ante una situación que el Gobierno italiano no quiere o no puede resolver.

Para calmar los ánimos, el comisario extraordinario para emergencias humanas, el prefecto de Palermo, Giuseppe Caruso, anunció que mañana llegarán a la isla seis barcos con capacidad para 10.000 personas. «Sacaremos de la isla a todos los inmigrantes», anunció Caruso. Al mismo tiempo, aseguró que el Gobierno está preparando campamentos y cuarteles en todo el país para acoger a los refugiados. Días pasados, el ministro del Interior, Roberto Maroni, pactó con las regiones un plan que prevé la acogida de hasta 50.000 personas, en previsión de las que puedan llegar como consecuencia de la guerra en Libia.

El Gobierno italiano se ha visto desbordado ante la avalancha de refugiados que huyen de la inestabilidad y la precariedad en el norte de África . El centro de acogida de Lampedusa, con capacidad para 850 personas, acoge a más de 2.000, mientras muchos inmigrantes duermen en la estación naval o en improvisadas tiendas de campaña sin las más mínimas condiciones sanitarias, al carecer de agua y servicios sanitarios.

Riesgo de epidemia

Los riesgos de epidemia son cada día más reales, aunque el ministro de Sanidad, Ferruccio Fazio, de momento ha rechazado dicha posibilidad. El viernes, unos 2.000 inmigrantes se rebelaron y asaltaron los contenedores con la comida. Pedían ser trasladados a Sicilia o a la península.

De los miles de refugiados llegados a Lampedusa, unos 400 son menores que en su gran parte han desaparecido. Así lo denunció el fiscal antimafia Piero Grasso, durante un convenio sobre la prostitución: «Algunos tenían anotado el número de una persona a la que llamar y que probablemente pertenece a una organización criminal».

Gran parte de estos inmigrantes serán seguramente expulsados, ya que tan solo serán reconocidos como refugiados los que escapan de la guerra de Libia. Precisamente el domingo llegó a Linosa, otra isla italiana, una patera con 284 personas, en su mayoría eritreos procedentes de Misrata.

La Comisión Europea confía en que los demás países europeos se ofrezcan para acoger a los refugiados, sobre todo a los que huyen de Libia. Así lo explicó ayer Marcin Grabiec, portavoz europeo de Inmigración, que precisó que algunos países ya han expresado su voluntad de aceptar a una parte de los inmigrantes.