El nuevo Reglamento de la Ley de Extranjería facilitará una “vuelta privilegiada” a España a los inmigrantes que se acojan al Programa de Retorno Voluntario a sus países y deseen regresar en un futuro, ha afirmado hoy la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Anna Terrón.

El reglamento, que desarrolla la reforma de la Ley de 2009, se aprobará en la próximas semanas, pues aún está pendiente de un informe del Consejo de Estado, ha revelado Terrón.

En un coloquio con periodistas celebrado en la sede de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), la secretaria de Estado señaló que la nueva norma consolida el “modelo migratorio” español, que “vincula inmigración con mercado de trabajo”, y toma en cuenta la coyuntura de crisis económica que vive España.

El reglamento, ha precisado, aporta “elementos de novedad” como el que afecta al Programa de Retorno Voluntario, que entró en vigor en 2008 y que permite a los desempleados extranjeros no pertenecientes a la Unión Europea (UE) poder regresar a su país de origen y cobrar su prestación de desempleo de forma anticipada.

Según Terrón, la nueva norma valora “que las personas que puedan estar ejerciendo en este momento un retorno voluntario han estado en este país, han contribuido a este país, y ese elemento puede y deber ser reconocido para futuras opciones”.

“Eso prosiguió quiere decir que nosotros incorporamos en el reglamento la posibilidad de una vuelta privilegiada a España cuando se cumplan los requisitos para hacerlo”.

Los trabajadores que opten por ese plan tienen, entre otras condiciones, que esperar tres años antes de volver a solicitar autorización para vivir y trabajar de nuevo en España.

Esa vuelta ha explicado sería “privilegiada” porque “elimina la obligatoriedad de demostrar que el puesto de trabajo que se viene a cubrir es un puesto de trabajo que tiene en cuenta la situación nacional de empleo. Y eso es un cambio importante”.

“Lo único que le requeriremos a estas personas es el contrato de trabajo, pero un contrato de trabajo que no tiene por qué demostrar que cumple con la condición de ser un puesto de trabajo no cubrible por parte de alguien que está en nuestro país”, ha dicho Terrón.

Además, ha añadido, “cualquiera que haya ejercido el retorno voluntario y haya estado tres años fuera del país, si cumple con los requisitos para volver, va a poder reengancharse a la situación en la que estaba cuando se fue”.

A ese respecto, puso un ejemplo: “si alguien sale de este país con una tarjeta de residente de larga duración, al cabo de tres años volverá a tener una tarjeta de larga duración”.

Para Terrón, es “una manera de decirle a la gente que ha estado aquí cotizando en la Seguridad Social y pagando sus impuestos que se va como amigo, no como alguien a quien no queremos ver nunca más”.

La responsable de Inmigración y Emigración recordó que, hasta la fecha, unas 30.000 personas con sus respectivas familias se han acogido al retorno voluntario, aunque “hay un número notable de gente que se va sin decirnos nada”.

La “inmensa mayoría” de esos ciudadanos ha puntualizado son “personas nacionales de países latinoamericanos”.

Según datos oficiales, el número de extranjeros residentes en España ronda los cinco millones de personas, entre las que son mayoría los rumanos, marroquíes, ecuatorianos y colombianos.