«No gusta que un guardia civil vaya a clubes, pero él iba por amistad»

Prosigue el juicio contra 8 personas acusadas de explotar sexualmente a inmigrantes, así como contra un agente al que se le imputa filtración de información

El Correo, E. A. M. , 23-03-2011

La Audiencia Provincial retomó ayer la vista oral iniciada hace un mes contra nueve personas, a las que el fiscal pide entre 8 años y dos y diez meses de prisión por explotación sexual de mujeres inmigrantes en los locales riojanos de alterne Penélope y Costa Rica, y Olimpo, éste en Almarrones (Guadalajara); y por un delito de lucro y omisión de servicio en el caso de un guardia civil de la Policía Judicial de La Rioja, que supuestamente les facilitaba información.
Precisamente, la sesión de ayer estuvo centrada en las declaraciones de ocho testigos, todos ellos guardias civiles y relacionados de forma más o menos directa con el agente acusado, R.P.S.R., en su entorno laboral o en la investigación que la Unidad de Asuntos Internos del cuerpo desarrolló entre 2005 y 2006 sobre él y que a la postre propició la grabación de decenas de conversaciones telefónicas en las que hablarían también el resto de acusados, sobre su negocio en los mencionados clubes y la forma en que traían mujeres de otros países.
«Animadversión»
Con el precedente de las primeras sesiones, en que se reprodujeron dichas grabaciones, la línea argumental de la defensa pasó ayer por tratar de constatar que la vinculación del guardia civil con M. A. M. y A.M.S.M., supuestos propietarios y administradores de la sociedad que regenta los tres clubes, se reducía a una simple amistad, y que su trabajo en el laboratorio de criminalística, separado de las otras unidades, le impedía acceder a la información que les habría filtrado. También la Defensa buscó señalar irregularidades en el proceso de investigación, resaltando la elección del agente en Logroño para ‘vigilar’ a R. P. S. R., «hacia quien tenía animadversión», coincidieron sus los testigos.
Entre ellos, compareció el superior directo del acusado, quien le tildó de «bueno y eficaz en su trabajo» y dijo tener conocimiento de que visitaba clubes de alterne, y que le llegó a indicar que «en el cuerpo no gusta que un agente frecuente esos lugares», pero que él «aseguraba que sólo se trataba de una amistad con el dueño». Este testigo dijo además no haber tenido en su día sospecha alguna de los hechos que ahora se le atribuyen al acusado, lo mismo que precisó su compañero de laboratorio, quien subrayó: «Me habría dado cuenta de haber habido algo». Otros miembros del ámbito de la Policía Judicial riojana dedicados a investigar casos de explotación sexual pusieron en duda que se hubiese filtrado información y aseguraron que «habríamos intervenido nosotros mismos de haber tenido sospechas de algo así».
Fiscalía hizo comparecer a los agentes de Asuntos Internos que capitanearon la investigación, quienes constataron que había «una excesiva vinculación del acusado con los dueños de los clubes».

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