Una joven de 16 años se encuentra en un piso de acogida de los servicios sociales de l´Hospitalet a salvo del hombre con el que se casó por la fuerza en Marruecos y con el que se veía supuestamente obligada a mantener relaciones sexuales. La chica explicó a los Mossos d´Esquadra que la vida que llevaba era contra su voluntad.

El matrimonio de conveniencia de la muchacha con Yedir K., de 27 años y de nacionalidad marroquí, y actualmente detenido bajo las acusaciones de malos tratos en el ámbito familiar y agresiones sexuales, se produjo durante un viaje que hizo la familia al país africano. La chica vivía con sus padres y el resto de la familia en Italia hasta que se casó. El acuerdo pactado para el casamiento incluía que la chica iba a vivir en l´Hospitalet donde, al parecer, el detenido tenía cierto arraigo y domicilio.

La adolescente estaba escolarizada en Italia y, según parece deducirse de la información policial conocida, guardaba buena relación con una de sus profesoras. La docente se convirtió en pieza clave de esta historia. Recibió de la víctima un mensaje de texto en su móvil. En él, aseguran fuentes de los Mossos d´Esquadra, la ponía al corriente de su comprometida situación. La profesora no dudó un minuto y se puso manos a la obra para localizar la comisaría de policía que perteneciera a la localidad donde la víctima señalaba que estaba retenida.

Su tenacidad la llevó hasta la comisaría de los Mossos d´Esquadra en Cornellà. Una vez mantenido el primer contacto con la policía autonómica resultó fácil reconducirla al grupo de atención a la víctima de la comisaría de l´Hospitalet, ciudad donde se creía que vivía la adolescente.

La policía inició unas primeras pesquisas y recopiló datos hasta que pudieron desplazarse al domicilio donde creían que estaba la chica. Y así fue. Unas fotografías remitidas por correo electrónico desde Italia por la maestra permitieron a los agentes la plena identificación de la muchacha. A pesar de que, inicialmente, el ahora detenido disimuló y dijo que no la conocía.

Los Mossos d´Esquadra invitaron a la menor a salir un momento del piso y, siguiendo los protocolos, la alejaron del marido y su familia. Sintiéndose a salvo y lejos de la influencia de Yedir K., la chica manifestó sin ningún género de dudas que no quería volver al piso ni mantener relación alguna con las personas que en él había cuando llegaron los Mossos.

La chica pasó una revisión médica completa en Sant Joan de Déu y se desvaneció por completo el temor de que pudiera estar embarazada tras los contactos forzados con el marido.