Stop. Éste fue el lema que los vitorianos esgrimieron ayer contra la discriminación en la ‘flashmob’ con motivo del Día Internacional contra el Racismo y la Exclusión impulsada desde la dirección de Inmigración del Gobierno vasco. Esta acción organizada consiste en que un grupo de personas se reúna de repente en un lugar público, realice algo inusual y luego se disperse de una manera rápida.

A las 19.29 horas, un tramo de la calle Postas cercano a la Virgen Blanca se paralizó por completo contra la desigualdad. Como en una imagen congelada, los más de 150 participantes se quedaron en una posición estática durante cinco minutos ante el asombro del resto de peatones. Las vitorianas Joana, Saray e Idoia, por ejemplo, eligieron la postura del abrazo. Y Oliver Silva, brasileño que se animó a participar «porque lo vi en el metro de Londres y quedó muy chulo», prefirió quedarse quieto señalando un cartel.

Sujetar la bici, atarse los cordones o pintarse los labios fueron otras de las posiciones más repetidas y fotografiadas por los numerosos espectadores que se acercaron a la acción reivindicativa. La ‘flashmob’, que también contó con integrantes de asociaciones como Colombia Euskadi o Mar Negro de Rumanía, sin duda logró su objetivo: «llamar la atención de la ciudadanía para apoyar la igualdad y rechazar la discriminación», como señala el director de Inmigración del Gobierno vasco.

Las estatuas humanas sorprendieron con una inusual estampa el centro de la capital alavesa, que fue grabada en vídeo. Cada participante se colocó pegatinas de la página web stoparrazismoa.org, donde desde hoy se podrán ver las curiosas imágenes de este parón a favor de la igualdad.

Además, en el marco del Día Contra el Racismo, la Coordinadora de Inmigrantes y Refugiados de Álava (Kira), un colectivo que representa a 17 asociaciones denunció ayer la creciente discriminación en Vitoria. «Se viene marcando en los últimos años, a raíz de la crisis económica, que ha generado un fenómeno de discriminación hacia el diferente», alertaron. La muestra más evidente es la política de pubs y discotecas de negar la entrada a inmigrantes o cobrarles una cantidad que el resto no abona. «Los hosteleros deberían darse cuenta de que tenemos el mismo derecho a disfrutar de este ambiente sin importar nuestro color de piel», destacaron.

«Esta discriminación empieza a verse en el imaginario de la gente, que ya tienen una excusa para justificar ese rechazo: la crisis. Se nos acusa de ser los responsables de que haya menos dinero para las ayudas», explicaron, antes de pedir a las instituciones que, en vez de hacer políticas de exclusión, ayuden a la integración. «Necesitamos profesores de castellano para que todas las personas que vengan de fuera tengan la posibilidad de aprender el idioma y romper así una barrera que nos limita en la convivencia», reclamaron.

Concentración el sábado

Pero éstas no son las únicas manifestaciones de xenofobia que perciben los inmigrantes. «Nos sentimos acosados cuando caminamos por las calles. No hay joven extranjero que no sea parado por la Policía Municipal o la Ertzaintza, sólo por ser mulato o negro. El que es diferente para la policía es un ladrón», denunciaron desde Kira, que ha convocado una concentración para el próximo 26 de marzo a las 16.30 desde la Virgen Blanca hasta la Casa de los Pueblos, en el parque del Norte, para mostrar su rechazo a estas prácticas.