Cáritas se ha quejado del aumento de los controles a inmigrantes en sus centros. La presencia cada vez más constante de la Policía pidiendo papeles, entiende la organización católica que tiene un efecto disuasorio en un lugar de «acogida, de refugio, de escucha y de seguridad». Pero si no hay delito u orden judicial, no dan dato alguno. Días antes conocíamos que la ONU había emitido un informe instando a España a erradicar la práctica de controles de identificación basados en perfiles étnicos y raciales que se pueden traducir en detenciones indiscriminadas de extranjeros. Antes (esto parece el episodio de ‘Seinfeld’ que va hacia atrás), Marine Le Pen se presentó en la isla de Lampedusa a ver el «éxodo bíblico» de África del Norte. En un centro de alojamiento soltó a los inmigrantes: «Siento gran compasión por ustedes, no son bienvenidos a Europa». Le faltó decir «vais, vais», como Torrente. Casi es mejor la Policía que Marine Le Pen.