tudela. El colegio Virgen de la Cabeza de Tudela cerrará sus puertas de forma oficial el 1 de julio de 2014, procediéndose a su “integración” definitiva en el centro Huertas Mayores. Así lo señala un borrador que deberá ser aprobado en los próximos días por el Consejo Escolar y ratificado por el Gobierno de Navarra. Pese a que hasta el 31 de marzo hay tiempo para presentar alegaciones, pocos cambios se registrarán de estos acuerdos.

Según el documento que se ha entregado a las partes, el profesorado de Virgen de la Cabeza (15) pasará a tener destino definitivo en el Huertas Mayores el 30 de junio, “conservando la antigüedad” que tuvieran en su puesto. Además “este personal docente tendrá preferencia para impartir docencia de las áreas y materias para la que esté habilitado en función de la especialidad que sea titular”, en cualquiera de los dos colegios.

el próximo curso Con estos puntos principales se elaborará el dictamen que firmarán todas las partes implicadas y que, como primera medida, aplicará que a partir del próximo curso 2011 – 2012 el Virgen de la Cabeza “deje de impartir enseñanzas de forma paulatina, comenzando por el primer curso de segundo ciclo de educación Infantil, a razón de curso eliminado por año académico”.

En el informe que acompaña al dictamen elaborado por el departamento de Educación del Gobierno de Navarra se dan cifras sobre la situación en que se encontraba el centro. Según sus cifras, del total de 187 alumnos, 160 pertenecían a “minorías socioculturalmente desfavorecidas (91 inmigrantes y minoría social y étnica 69), lo que hace el 85,5% del total, y si nos referimos a Infantil el porcentaje se acentúa hasta la práctica totalidad del alumnado, 50 de 55, es decir el 91%”.

Estos porcentajes, que según críticas anteriores de los directores de los centros de Tudela se han conseguido después de un reparto desequilibrado de los alumnos, “no favorece la integración de los alumnos en un entorno adecuado”, dado que no viven la realidad social de la capital ribera. Además, desde Educación se señala que como consecuencia, “la atracción por el centro ha disminuido hasta cotas mínimas lo que conlleva una previsión de no más de seis alumnos para el próximo curso en tres años y, por otra, la baja ratio hace que el alumnado de incorporación tardía tenga que escolarizarse en el centro”.

Por último se hace también hincapié en “cierto estado de deterioro de las instalaciones”, algo que la dirección del centro lleva denunciando desde hace casi una década y que ha sido comprobado por varios consejeros que visitaron el centro.

Antes de tomar la decisión de integración de ambos centros, se barajó como alternativa “una fuerte inversión que dignificara el centro y ofertar el modelo TIL (tratamiento integrado de idiomas), lo cual requeriría construir un colegio de dos líneas con un coste de cuatro millones”. Sin embargo esta opción se desestimó por costosa y porque se estima que en los próximos años se va a reducir la demografía.

Diversos colectivos han protestado por el cierre del centro, por lo que puede suponer de abandono del barrio Virgen de la Cabeza.