Alrededor de sesenta inmigrantes se ahogaron de la noche del domingo al lunes al volcar la embarcación en la que viajaban desde Túnez rumbo a Lampedusa (Italia), según narraron otro grupo de norteafricanos que viajaban en una barcaza cercana.

Explicaron que, de pronto, cerca de la costa de Túnez, la barcaza volcó y como la mayoría de ellos no sabía nadar, desaparecieron en las aguas del Mediterráneo. Únicamente cinco lograron salvarse. Veintiún embarcaciones han llegado a la isla italiana de Lampedusa desde el lunes por la mañana, con 1.623 personas a bordo, entre ellas seis mujeres y seis niños, según informó ayer la Capitanía del puerto,m que prevé que la oleada de inmigrantes prosiga dadas las buenas condiciones meteorológicas en el Canal de Sicilia.

Por otra parte, las autoridades italianas impidieron ayer entrar en sus aguas territoriales a un ferry de Marruecos que transportaba 1.850 personas, sobre todo marroquíes evacuados de Libia que buscaban abastecimiento en Sicilia, según indicó un responsable portuario italiano.

«El barco se encuentra cerca de nuestras costas, en aguas internacionales», afirmó a France Press Antonio Giummo, responsable del puerto de Augusta, en Sicilia. «Habían pedido entrar en el puerto para llenar el depósito de carburante. Les hemos dicho que el Ministerio de Interior había prohibido su entrada», añadió Giummo. Las autoridades marroquíes aseguraron que no se trata de un problema ligado a la inmigración clandestina. «Es un simple problema administrativo y de procedimientos excepcionales», declaró el embajador de Marruecos en Italia, Hassan Abouyoub, en la radio marroquí Radio – Plus.

La Comisión Europea pidió a las autoridades italianas que verificaran si personas que podrían beneficiarse del estatus de refugiados se encontraban a bordo del ferry.