Seis colegios públicos de Vitoria tienen más del 50% de alumnos extranjeros

El Correo, NEREA PÉREZ DE NANCLARES npnanclares@diario-elcorreo.es, 16-03-2011

Uno de cada cuatro centros alaveses de Primaria y Secundaria tiene un 20% o más de alumnos extranjeros en sus aulas. Y esta concentración se produce claramente en la red pública. Para la delegada de Educación en la provincia, «lo óptimo sería que no hubiera más de un 12%. Por encima de ese porcentaje, es más difícil la integración y romper barreras sociales», argumenta.

Las alarmas, sin embargo, se encienden para los responsables educativos cuando el porcentaje de menores procedentes de otros países en un centro supera el 30%. Es el límite que se fijan para que el colegio pueda cumplir su misión de integrar socialmente a los inmigrantes sin correr el riesgo de convertirse en un gueto.

Pues esa línea roja ya la han superado con creces seis centros públicos de Vitoria, en los que más de la mitad de sus escolares son extranjeros. El ranking lo integran Santa María de Vitoria, Los Herrán, Divino Maestro – María de Maeztu, San Ignacio, Judizmendi – Canciller Ayala – Santa Lucía y Samaniego. En Vizcaya, este porcentaje lo alcanzan cinco y en Guipúzcoa, sólo uno. «No se puede comparar la presencia de alumnado extranjero que tenemos en Vitoria con el de las otras capitales vascas, porque aquí, proporcionalmente, tenemos más que en Bilbao y San Sebastián», recalcó ayer Marian Jauregi.

El ‘efecto llamada’

La tarea de repartir a esos estudiantes por la red educativa se ha convertido en un reto de extrema dificultad para la Administración, al tratarse de un colectivo que opta en su inmensa mayoría por las escasas aulas de castellano de la red y por escuelas o institutos a los que ya acuden otros niños de su mismo origen. En paralelo, los padres autóctonos huyen de un colegio en cuanto se dispara la proporción de esos jóvenes.

«Tenemos concentraciones de extranjeros en algunos barrios por el ‘efecto llamada’, con lo que los colegios de ese área se llenan de inmigrantes», explica la coordinadora de la federación de asociaciones de padres de la escuela pública vasca en Álava (Denon Eskola), Santa González. «Además, la inmensa mayoría opta por el modelo A, en castellano, porque muchos de estos chavales llegan cuando son mayores y es más difícil que se integren en líneas euskaldunes. Por ello acuden a los pocos colegios que tienen aulas de castellano», añade.

Marian Jauregi apuesta por buscar fórmulas para que todos los centros asuman que «el alumnado extranjero es cuestión de todos, públicos y concertados». ¿Cómo se hace? «Si tenemos en cuenta que la población extranjera tiende a concentrarse en determinadas áreas de la ciudad, y cada una de ellas tiene adscritos unas escuelas, la agrupación de alumnos inmigrantes está garantizada. Hay que evitar esa aglomeración distribuyendo al alumnado entre todos los colegios de la zona». Eso sí, siempre respetando la elección de modelo lingüístico de los padres, apostilla la delegada de Educación, «porque la oferta que tengan ellos tiene que ser igual de normalizada que la de cualquier otro niño».

En aumento

Para lograr este objetivo, el Departamento vasco de Educación ha creado mesas de trabajo con las comunidades educativas de algunos colegios para consensuar los pasos a dar. Una de las decisiones ya adoptadas pasa por cerrar la oferta de modelo A – enseñanza íntegramente en castellano con el euskera como asignatura – en Los Herrán. El objetivo es que termine convirtiéndose en un instituto de enseñanza en euskera (D). En la actualidad, alberga 316 estudiantes de ESO. El 68% de ellos son extranjeros. «Normalizar la situación de Los Herrán implicará que también se normalicen algunos centros de la zona», argumenta Jauregi. Uno de ellos es Samaniego, con el 52% de menores extranjeros en sus aulas.

Con los datos que manejan en la consejería de Isabel Celaá sobre la mesa nadie duda de la necesidad de actuar de inmediato. De hecho, las estadísticas demuestran que en los últimos tres años el número de colegios con un 20% o más de alumnado inmigrante se ha duplicado. En el curso 2008 – 09 había 16, un año después se había pasado a 20 y en la actualidad existen 23 (22 públicos y uno privado). «Pero la concentración de inmigrantes necesita una respuesta social, no sólo en el contexto educativo», apostilla Jauregi.

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