Extremismos ideológicos que se tocan en las Islas
En 2006, una manifestación xenófoba congregó a un sector del independentismo canario y a los simpatizantes del partido de extrema derecha Democracia Nacional
ABC, , 14-03-2011El Canarias, como cualquier otra región de España, también atesora sus extremismos políticos, representados en grupos más o menos organizados. Tanto a la derecha, como a la izquierda, las ideologías propensas a la realización de acciones violentas crecen sin control cuando los países sufren etapas de crisis, no sólo económicas sino de valores, tan propensas en los estados del capitalismo salvaje. Ocultos entre sus siglas, en algunas ocasiones las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado deben enfrentarse a individuos que proyectan su frustración con agresividad contra sus chivos expiatorios: judíos, personas de otras razas y/o nacionalidades, empresarios, sindicalistas, entre otros enemigos propicios. Para ellos, el adversario es sólo una excusa para la violencia.
Canarias, por su ubicación geográfica periférica, es una región propicia para la exaltación de un nacionalismo localista más propio de la extrema derecha que de los movimientos de liberación revolucionarios que se desarrollaron en Latinoamérica o en África durante la decadencia del colonialismo. En este ámbito, el 29 de octubre de 2006 tuvo en Tenerife una manifestación xenófoba que contó con el apoyo de cierto sector de los independentistas canarios, del Centro Canario Nacionalista (CCN) y de los simpatizantes tinerfeños de Democracia Nacional, un partido de corte extremista. Fue realmente curioso observar como manifestantes de un lado y del otro iban de la mano en esta manifestación que solicitaba una ley de residencia para el Archipiélago que pusiera fin a lo que ellos consideran «una invasión» de inmigrantes. Unas 2.000 personas acudieron y se concentraron en las calles de Santa Cruz de Tenerife.
Inmigración
La llegada de inmigrantes a Canarias a principio de este siglo generó alarma social y la radicalización de posturas. Y también fue la excusa perfecta para que los partidos extremistas desempolvaran sus banderas y estandartes involucionistas. Este fue el caso de los actos protagonizados por los simpatizantes del partido político Democracia Nacional (DN), que en 2006 convocaron una concentración de protesta ante un centro de acogida de inmigrantes en el barrio de La Montañeta, en Garachico (Tenerife). Allí una decena de personas se reunió para protestar por esas llegadas con la complicidad de los vecinos de dicho barrio.
De hecho, algunos habitantes de la zona llegaron a verter en un periódico de Tenerife serias acusaciones hacia los inmigrantes, asegurando que «acosan a las niñas pequeñas y la guagua que va desde la Montañeta a Garachico está siempre llena de ellos porque se van a la playa, parece que han venido aquí de veraneo», eso sí, amparándose en el anonimato. Respecto a este caso, los representantes de DN llegaron a afirmar que los inmigrantes eran causantes de la inseguridad de la zona y del aumento de los robos. Uno de los tópicos más usados respecto al extranjero.
En las Islas, al igual que en otras Comunidades, los períodos electorales simbolizan el campo de cultivo adecuado para el resurgimiento de todo tipo de movimientos con un discurso radicalizado. En el Archipiélago están asentadas organizaciones de corte fascista como la dividida Falange o los herederos de Fuerza Nueva, Frente Español y Democracia Nacional.
También podemos encontrar otro tipo de colectivo de corte más conservador, como la Comunión Tradicionalista Carlista (CTC). En las últimas elecciones autonómicas de 2007, Democracia Nacional obtuvo poco más de 300 votos en toda Canarias para el Parlamento Regional, superando tan solo a Iniciativa Ciudadana por Fuerteventura y al Partido Político Tagoror Pensionista de Canarias. Por otra parte, La Falange obtuvo 327 votos. En el caso de CTC, se presentaron a las elecciones generales en la provincia de Santa Cruz de Tenerife y obtuvieron 237 votos para el Senado.
Escaso apoyo social
Estos resultados electorales son el claro ejemplo del escaso apoyo social que poseen estas ideologías fanáticas. En Canarias las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no están nada preocupados por las acciones llevadas a cabo por estas organizaciones, ya que no sólo son escasas, sino que cuentan con el rechazo de la población. Lo que si tratan de evitar son los enfrentamientos con otros grupos ideológicamente opuestos. Un claro ejemplo es lo que ocurrió en 2009 en San Isidro durante una manifestación a favor del Puerto de Granadilla organizada por Democracia Nacional. En dicha concentración se presentaron unos 100 simpatizantes de esta organización y un grupo más reducido de radicales de izquierda con una pancarta que decía «Asesinos. Fuera Nazis de Canarias».
Este hecho provocó un cruce de insultos y acusaciones entre ambos bandos y obligó a los miembros de la Guardia Civil a intervenir para evitar agresiones mutuas. La mayor parte de los individuos que acudieron a esa contramanifestación no superaba apenas la mayoría de edad. Entre banderas anarquistas y canarias con las siete estrellas verdes, este grupo de jóvenes amenazaba e insultaba a los manifestantes, que respondían de igual manera.
Pero esto no era la primera vez que sucedía, ya que el 15 de octubre de 2006, este mismo partido convocó una manifestación en Los Cristianos contra la llegada de cayucos con inmigrantes. A la misma acudieron también un grupo de 40 personas que les increparon «no sobran inmigrantes, sobran fascistas».
Este tipo de sucesos nos recuerdan el triste caso del fallecimiento de Carlos Palomino, un joven de 16 años que fue apuñalado en 2009 en el Metro de Madrid a manos de un soldado de extremaderecha de 23 años que acudía a una manifestación xenófoba. La víctima, a pesar de su corta edad, era un activista antisistema y se dirigía al mismo punto que su agresor pero a establecer la contramanifestación. El destino quiso que se cruzaran en este transporte público y allí una navaja acabase con su vida. Lo cierto es que estos grupos en ocasiones se retan a través de Internet para enfrentarse violentamente. De hecho, los grupos de tendencia fascista utilizan con gran avidez los foros en la Red para organizarse e intercambiar material extremista.
Normalmente, las posturas más radicales son defendidas con ahínco por la juventud más rebelde, como acto de rechazo al sistema, y por sectores poblacionales más afectados por las crisis o por las diferencias sociales. Algo parecido ocurrió en la Alemania Nazi durante el período de entreguerras. Allí, el partido obrero alemán, más tarde conocido como el partido nacionalsocialista (Nazi), se nutría sobre todo de jóvenes violentos para formar sus tropas de Asalto, las SA. Esta organización era indisciplinada y su labor principal era la de crear caos social y disturbios. Finalmente, con la consolidación política del partido de Adolf Hitler las SA fueron apartadas y disueltas tras La Noche de los Cuchillos Largos que finalizó con la destitución y posterior ejecución de su líder, Ernst Röhm. Posteriormente, las sustituirían las SS, con una actitud castrense y de obediencia ciega a Hitler.
Ultras con la misma estética
La máxima que enuncia que «los extremos se tocan» parece cumplirse en el caso de los radicales de izquierda y derecha. Ya no sólo por su discurso violento, sino por su propia estética. Los llamados skinhead y los skin-red optan por vestimentas de corte paramilitar y cabezas rapadas. Tanto es así, que a veces se torna complicado diferenciarlos, por lo que hay que atender a los símbolos que muestran en sus chaquetas, botas, camisas o incluso tatuajes, siendo la principal diferencia el color de su calzado, que en el caso de los nazis es negro y de los skin-red, rojo. Dentro de la estética ultranacionalista destacan, curiosamente, los símbolos de la Alemania nazi o el águila imperial tan glorificada por el Franquismo. Por otra parte, en los referente a los grupos de skin-red, la situación no es tampoco nada original, y el símbolo de la esvástica es sustituida por la misma cruz gamada pero presidida por un signo de prohibido.
Cierto sector del Frente Blanquiazul, la hinchada del C.D. Tenerife, utiliza esta simbología, aunque no va más allá de eso, de simple estética ideológica y nunca han protagonizado acciones violentas organizadas contra grupos de extrema derecha a razón de sus ideales políticos. Sobre todo por la residual presencia de este tipo de organizaciones en las Islas.
Las agresiones racistas en las Islas no son un problema social, aunque si es cierto que se han dado casos que conviene recordar. Un claro ejemplo fue el protagonizado por varios policías locales de Mogán, en Gran Canarias. Estos agentes supuestamente agredieron brutalmente a un ciudadano senegalés llamado Sene Modou Moustapha, después de ser arrestado mientras realizaba venta ambulante. El médico forense constató que el afectado había sufrido una fractura en su brazo izquierdo y diversas contusiones en las costillas. El alcalde del municipio grancanario, Francisco González, se apresuró a manifestar que el herido se produjo las heridas él solo.
También, en 2007, un joven marroquí recibió numerosas patadas en la cabeza mientas estaba sentado en el bordillo de una calle de La Laguna durante una noche de fiesta. Un grupo de jóvenes con el rostro cubierto se acercaron a él sin mediar palabra y lo agredieron de esta forma. El ataque fue rápido y posteriormente huyeron del lugar del suceso. Algunos testigos de la pelea los siguieron e indicaron a la policía por donde se habían escapado. El agredido precisó atención médica y fue trasladado al centro de Salud, donde recibió algunos puntos de sutura.
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