La población inmigrante de Santiago se estabiliza en el 4%
El paro afecta más a los hombres, que se recolocan en la hostelería
La Voz de Galicia, , 28-02-2011La población inmigrante de Santiago representa algo menos del cuatro por ciento del total de las personas censadas en el municipio, según fuentes del Concello. Pese a la situación de crisis económica, la población extranjera de Compostela no ha sufrido excesivas variaciones, fundamentalmente porque se trata de una colonia reducida y con un fuerte arraigo en la ciudad. Miguel Fernández, portavoz del Foro da Inmigración, comentó que el dato oficial coincide prácticamente con el real, ya que cada vez hay menos inmigrantes sin papeles o que optan por no censarse, algo que era bastante habitual hace algunos años.
De acuerdo con el Concello, en el 2009 en Santiago vivían 3.619 ciudadanos extracomunitarios, comunitarios o retornados. El pasado año se cerró con un dato similar, 3.612. Tampoco se ha producido mucha variación en el reparto por edades de esta población. En el caso de los inmigrantes comunitarios y extracomunitarios, el 87,33 % y el 83,5% tienen entre 18 y 65 años, respectivamente. Por el contrario, en el caso de los retornados se iguala la población en edad de trabajar con la que la supera.
Tipos de trabajos
Pese a las dificultades para encontrar trabajo, la población inmigrante de Santiago están muy arraigada y no se plantea el retorno a sus países de origen. Miguel Fernández comentó que a diferencia de los nacionales los inmigrantes no rechazan la opción de trasladarse a otra ciudad para trabajar y tampoco tienen problemas para cambiar de oficio si es necesario para conseguir un empleo.
El desempleo está afectando especialmente a la población masculina, ya que tienen menos salidas laborales que las mujeres. Fernández explicó que el servicio doméstico sigue siendo un nicho de empleo para las mujeres, aunque, al igual que en otros sectores, los sueldos han sufrido un retroceso debido al incremento de oferta.
Con la caída del empleo en la construcción, los hombres están dirigiendo sus esperanzas hacia la hostelería, donde también hay mucha oferta, lo que también afecta al salario, que se reduce.
Una prueba de ello son las 60 personas que solicitaron participar en el curso de de 200 horas de auxiliar de cocina y camarero que Cáritas promueve y que comenzará el próximo 1 de marzo. «Tivemos 60, pero porque pechamos a lista, senón terían sido moitas máis», apunta Miguel Fernández, que explicó que fue necesario hacer una preselección para elegir a los 25 que finalmente harán el curso. Todos están en situación de desempleo y no han hecho cursos anteriores. Durante los días del curso, 34, percibirán siete euros al día, lo que será el único ingreso para muchos de ellos. Este curso está financiado con cargo a la aportación del 0,7% del IRPF para fines sociales.
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