La UE teme la llegada de un millón de inmigrantes africanos

Rubalcaba afirma que Europa debe ser tierra de asilo para refugiados que huyen del terror

ABC, ÁNGEL GÓMEZ FUENTES, 24-02-2011

Italia teme que sólo a sus costas puedan llegar 300.000 norteafricanos, en su mayoría procedentes de Libia, según estimaciones de la Liga Árabe. Y la Agencia de Fronteras de la UE (Frontex) teme que la cifra ronde el millón de refugiados, ya que a los magrébíes se sumarían los inmigrantes subsaharianos que viven en Libia. Ante esta grave crisis, los ministros de Interior de Italia, España, Francia, Grecia, Malta y Chipre, los más afectados por este éxodo, se reunieron ayer en Roma para plantear una estrategia común.

El titular de Interior italiano, Roberto Maroni, habló de un «escenario apocalíptico» que Italia no puede afrontar sola. Por ello, pidió al Consejo de ministros de Interior de los 27, que hoy se reúne en Bruselas, la creación de « un fondo especial de solidaridad de la UE para los países que soportan mayores flujos migratorios por la crisis del Norte de Africa».

En ese espíritu de solidaridad, los ministros de Interior proponen «la creación de un sistema europeo de asilo común y sostenible antes de finales de 2012».

El vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, subrayó que España es, al igual que Italia, puerta de Europa, y «tenemos que dejar muy claro al resto de los países de la UE que estos ciudadanos norteafricanos no vienen a Italia, sino que vienen a Europa».

En su análisis de la reunión, Rubalcaba destacó cuatro puntos en la estrategia para afrontar la crisis: «En primer lugar, apoyo a los pueblos que luchan por su libertad, democracia y derechos humanos; y condena de los regímenes que lo impiden. Segundo: Europa debe ser una tierra de asilo y de acogida de refugiados que salen de sus países huyendo de la represión policial o de la tortura. Tercero: debemos enviar un mensaje inequívoco a las mafias de que no vamos a dejar que se aprovechen de esta situación sus siniestros negocios de tráfico de seres humanos. Y por último, apoyo a Italia, que vive una situación difícil porque es en estos momentos la puerta directa a Europa».

Al ser preguntado si se han establecido medidas especiales de seguridad en Ceuta y Melilla, Rubalcaba ha asegurado que no, porque «creemos que la situación en Marruecos es tranquila en estos momentos».

En un comunicado conjunto, los ministros de Interior reunidos en Roma han solicitado a la Unión Europea «poner la cuestión del Mediterráneo en el centro de la agenda comunitaria, al más alto nivel político, con la implicación de las instituciones europeas e internacionales, y crear una nueva alianza con los países vecinos del sur que se esfuerzan en realizar reformas político-económicas, con un eficaz apoyo por parte de la UE».
Refuerzos antiterrorismo

Una especial preocupación de los ministros, abordada en la reunión, es la posible extensión del fundamentalismo islámico. De ahí que, para combatirlo, se haya solicitado una implicación de la Unión Europea, a su máximo nivel, para ayudar y sostener a esos países en su desarrollo.

Los ministros de Interior han decidido también solicitar a Bruselas un «reforzamiento de la capacidad de la agencia de fronteras exteriores de la Unión Europea (Frontex), para convertirla en un instrumento realmente operativo y mejorar las sinergias con los demás organismos y con Europol en relación con posibles amenazas terroristas o criminales».

Precisamente esta agencia (Frontex) hace las estimaciones más dramáticas sobre esta crisis, al asegurar que pueden llegar a los países de la Unión Europea entre 500.000 y 1,5 millones de personas a causa de las revueltas en Libia y el norte de Africa, según han informado fuentes europeas.

«Se trata de personas de origen subsahariano que trabajan en Libia y el Norte de Africa» y que «se dirigirían principalmente a Italia, Malta y Grecia». Más cauto se ha mostrado, no obstante, el ministro del Interior, Roberto Maroni, al precisar que «se calcula que en torno un 10 por 100 de esa población subsahariana que vive en Libia (en total, unos 2,5 millones de personas) podría intentar abandonar el país.

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