La reducción de las ayudas a la vivienda y la crisis expulsan del padrón a mil inmigrantes
El Correo, , 21-02-2011Mantener actualizado el padrón de habitantes es una obligación de todos los ayuntamientos, en cumplimiento de la Ley de Bases de Régimen Local. La inscripción en el censo municipal «tiene que corresponder con la realidad», explican desde la Unidad Técnica de Padrón del Consistorio vitoriano. Esta necesaria correlación – residir en el domicilio que se indica – no se ha dado en 1.400 casos detectados en los últimos meses. Consecuencia: estos ciudadanos han desaparecido del padrón por «inscripción indebida».
Más de 1.200 vecinos dados de baja son inmigrantes y apenas 150 tienen nacionalidad española, aunque una veintena de ellos tiene origen foráneo a tenor de sus nombres. Encontrar las causas de esta masiva salida del padrón de personas inmigrantes no es sencillo, según el sociólogo del Ayuntamiento, Luis Mendizábal. «La movilidad es cada vez mayor y hay motivos personales en los que no se puede entrar», explica. Pero sí reconoce que «la crisis y la falta de trabajo – y, a consecuencia de esta inestabilidad laboral, la precariedad económica – también pueden afectar».
Primer motivo. Pero, en principio, no el más determinante. A juicio de los colectivos de pakistanís, rumanos y marroquís consultados por EL CORREO, la limitación a la hora de conceder las ayudas a la vivienda – dos por domicilio – ha motivado que muchos inmigrantes «tengan que abandonar sus pisos porque los alquileres están caros», al no percibir esas cantidades de entre 250 y 320 euros.
Este decreto fue aprobado por el Gobierno vasco en enero del año pasado, pero ha entrado de verdad en vigor con el inicio de 2011, tras la moratoria concedida por el Ejecutivo de Lakua para hacer la transición de la nueva Prestación Complementaria de Vivienda (PVC) a las Ayudas de Emergencia Social. Y este cambio sí que ha repercutido en la masiva salida de inmigrantes del padrón.
Sobre todo de cuatro nacionalidades. Así, 250 portugueses, 170 marroquíes, 135 pakistanís y otros 125 rumanos ya no figuran en el censo de Vitoria. Suman 680 en total de los más de 1.300 excluidos. «Cuando tenemos indicios de que alguien ya no vive en un piso, iniciamos un expediente», explican desde la Unidad Técnica de Padrón.
El proceso de baja
Y se sigue este proceso: envío de notificación al domicilio reclamando a la persona sobre la que se tiene sospecha que acredite su residencia. Pasados diez días, y como el ‘aludido’ no ha podido recoger la carta porque no vive ahí, se publica en el Boletín Oficial del Territorio Histórico de Álava el aviso de que puede ser dado de baja si en otros diez días no responde a los requerimientos del Consistorio. Finalmente, y tras el informe del Consejo de Empadronamiento – «absoluto garante de que se cumple la ley», asegura una experta funcionaria del Padrón – , el ciudadano en cuestión es dado de baja.
Los extranjeros, en su mayoría, «seguro que han abandonado Vitoria porque tener un padrón es tener un tesoro», añade la misma fuente. Una parte importante tiene edades comprendidas entre los 22 y los 40 años, en situación, por lo tanto, de ejercer alguna profesión. Pero, precisamente, «falta trabajo», dicen colectivos de inmigrantes consultados, en coincidencia con el sociólogo Mendizábal.
Tres niños nacidos en 2010 también han sido dados de baja en el último padrón.
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