pamplona. Estas cifran evidencian el cambio producido en la sociedad e incluso en la pareja navarra en poco tiempo. Las razones de este notable incremento son varias, aunque la consolidación de Navarra como comunidad de inmigración a finales de los 90 es la fundamental y lo evidencia el hecho de que la población extranjera haya crecido hasta las 70.000 personas.

Con todo, no es el fenómeno migratorio el único responsable del aumento de uniones mixtas. “Vivimos tiempos de mucho movimiento. Nos relacionamos con gente de muchos lugares. Por una parte porque viajamos a otros países por motivos turísticos, laborales o de estudios. Por otra parte porque viene gente de otros países aquí por los mismos motivos. Y en los contactos que tenemos en diferentes ámbitos surgen relaciones afectivas que llevan al emparejamiento como es lógico”, señala a este respecto la antropóloga Miren Zuria Ollo.

El contexto de las uniones mixtas, más frecuentes en las zonas de Navarra con más población extranjera, constituye un espacio de hibridez sociocultural activo, con procesos de adaptación de bagajes socioculturales diversos. “La diversidad siempre es positiva, enriquecedora. Es lo que nos atrae y lo que nos separa a la vez. Es el yin yang, es la fuerza opuesta y complementaria. En la relación de pareja cada cual busca cubrir sus necesidades sintiéndose bien”, señala la experta de la UPNA.

La realidad de los matrimonios mixtos, sin embargo, suele ser analizada más en referencia a los aspectos de la problemática y el conflicto que desde la creatividad y la innovación. “La convivencia nunca es fácil, siempre hay conflictos. Pero los conflictos en cierto grado no son negativos, son el motor que nos mueve y nos hace cambiar. En una pareja intercultural hay dificultades añadidas, más por las desigualdades que por las diferencias. Las diferencias pueden ser factores atrayentes siempre que haya un respeto mutuo, factores de enriquecimiento, de admiración, pero las desigualdades nos separan, cualquier tipo de desigualdad es mala compañía para una relación sana”, apunta.

Esta nueva realidad ha generado cambios en la pareja, según Ollo. "Una parte de la población Navarra hoy no solo se ha abierto a relaciones con gente de otros países sino que ha roto con el tipo de pareja tradicional, encontrándonos parejas de diferentes edades y religiones. Mujeres y hombres que antes tenían dificultades para encontrar pareja, hoy, en esa diversidad, han hallado nuevas oportunidades para cubrir sus necesidades intelectuales, afectivas, económicas o sexuales ".

Estos últimos aspectos pueden generar desconfianza hacia el matrimonio mixto. “Es injusto desconfiar por el origen de los cónyuges, es verdad que hay turistas que viajan en busca de mujeres, extranjeros que quieren un vía para venir aquí e incluso hombres machistas que cambian a sus esposas por extranjeras, pensando que son más sumisas, pero estos casos no son la mayoría. Además, también hay uniones entre nacionales por interés”, defiende la presidenta de la Federación de Asociaciones de Inmigrandes de Navarra (FAIN), Silvia Velasquez.