La crisis de Túnez dispara la fuga de inmigrantes a la isla italiana de Lampedusa

El Correo, ÍÑIGO DOMÍNGUEZ, 12-02-2011

La inestabilidad de Túnez comienza a tener efectos inesperados de más largo alcance. De improviso han regresado los desembarcos masivos de naves de fortuna en Lampedusa, la pequeña isla italiana que se halla a poco más de cien kilómetros de la costa africana. En los últimos días han llegado más de 1.200 personas, como en las peores jornadas de hace dos años, cuando en la isla se vivió una situación de caos que degeneró incluso en una fuga de inmigrantes del centro de acogida.

Sólo en la noche del jueves arribaron 650 personas, auxiliadas en once operaciones de salvamento. El ministro de Interior italiano, Roberto Maroni, que ya había alertado de que era posible que se produjera este fenómeno, advirtió ayer del riesgo de una «emergencia humanitaria».

Sin embargo, hay algo que Maroni no dice. El problema en Lampedusa se agudiza porque el Ejecutivo italiano no quiere abrir el gran centro de acogida de la isla, con capacidad para 800 personas, para evitar un ‘efecto llamada’. Hasta ayer alojó a los recién llegados en algunos de los muchos hoteles de la isla, ahora vacía de turistas, pero las cifras ya son muy elevadas. Por eso se está organizando el traslado inmediato a centros de Sicilia y la península.

Acuerdos con Ben Ali

¿Por qué Lampedusa vuelve a ser un problema? En 2009 el Gobierno italiano cortó el flujo de embarcaciones mediante acuerdos con Libia y Túnez. Con Gadafi negoció inversiones y la asistencia de patrulleras y personal italiano para vigilar las costas libias, y con Ben Ali pactó la repatriación inmediata de los tunecinos que llegaran a Italia. De ese modo cesaron casi completamente las llegadas de embarcaciones.

«El problema ahora es que el acuerdo bilateral que tenemos con Túnez no se está aplicando por la crisis, hay una incapacidad de afrontar la situación por parte de las autoridades tunecinas», explicó ayer Maroni. Por otro lado, el caos de Túnez ha dejado sin control policial los puntos de salida de las naves de inmigrantes . El ministro de Interior apunta otro factor de preocupación: asegura que en las naves puede haber «criminales evadidos de las cárceles y personajes infiltrados por Al – Qaida».

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