A PIE DE BARRIO - Poble Sec | entrevista con la CONCEJALA DE SANTS-MONTJUÏC

Inma Moraleda: «Hay que reformar el Paral·lel, pero evitar que muera de éxito»

El Periodico, 11-02-2011

- ¿Cómo ha cambiado el Poble Sec en los últimos años?

- En los siete años y medio que llevo en el distrito he visto cómo el Poble Sec ha pasado de ser un barrio con una población envejecida, en el que en la calle de Blai tenía un comercio escasísimo y en el que en las calles adyacentes al Paral·lel no había prácticamente comercio, a ser un barrio que empieza a levantar el vuelo, en el mejor de los sentidos de la expresión. Tenemos nuevos vecinos, hemos rejuvenecido la población, es un barrio más intercultural… La mezcla es riqueza. Tenemos desde artistas y profesionales que han venido de otros puntos de Europa a familias de otros continentes que se han instalado aquí, los vecinos de siempre…

- Muchos vecinos, en cambio, atribuyen a la inmigración los males del barrio. ¿Considera que se ha trabajado bien la integración?

- La integración no se hace con instrumentos urbanísticos ni con programas estrictamente sociales. Es una mezcla de todo. Pero los que hacen la integración, como siempre la han hecho, son los vecinos. Evidentemente, hay reticencias y algunos problemas de convivencia, principalmente porque que el uso que se hace del espacio público es muy diferente en unas culturas que en las otras, pero en general no tenemos problemas graves.

- Parte del vecindario insiste en que sí. Sobre todo en la calle de Blai.

- ¡La calle Blai está más viva que nunca! Hemos tenido que poner límites a las terrazas, pactar con los restauradores cómo ordenábamos ese espacio público, los horarios y reforzar la presencia policial y los operativos de limpieza en la zona. Pero es una zona que funciona. Además, los que hacen ruido por las noche no son solo los inmigrantes. Aquí viene a los bares gente de todas partes.

- También hay quejas sobre las terrazas del Paral·lel. El lado del Raval es más permisivo que el de Poble Sec.

- El Paral·lel es una vía de ciudad. No es del Poble Sec. El tratamiento es distinto. En pocas semanas presentaremos una ambiciosa propuesta global para la avenida en la que, entre muchas otras cosas, eso quedará resuelto. Evidentemente, habrá las mismas normas a lado y lado.

- Adelántenos algo de ese plan.

- Será un plan muy ambicioso con propuestas a corto, medio y largo plazo. Trata la avenida de forma global, tanto los temas urbanísticos, como los locales de pública concurrencia y temas de usos de esos locales, hasta temas de vialidad y de conexión mar – montaña. Define qué queremos que sea el Paral·lel. Para mí, no es tan importante si queremos que pasen más o menos coches, si no qué queremos que sea.

- ¿Y qué quieren que sea?

- Debe ser la arteria cultural más importante de la ciudad, y por ello debe tener un tratamiento específico.

- ¿Qué significa la compra del Arnau, anunciada el lunes por el alcalde?

- Tiene un gran valor simbólico. Demuestra que con lo del Paral·lel vamos en serio. El Arnau es una pieza importante. Era básico recuperarlo como equipamiento municipal para asegurar la calidad del proyecto y tener credibilidad.

- ¿Qué harán ahora con él?

- Ahora toca oír propuestas. La idea es que el espacio lo gestione un programador privado. Estamos escuchando propuestas, pero todavía es muy pronto para decir nada, todavía es todo muy reciente.

- Hay miedo de que la apuesta por el Paral·lel se olvide de barrio adentro. Los comerciantes piden, por ejemplo, indicadores que inviten a los turistas a adentrarse en el Poble Sec.

- El Poble Sec siempre ha vivido del Paral·lel, y claro que el Paral·lel dará a conocer la riqueza del Poble Sec. No podemos morir de éxito, como ha pasado en algunos barrios con una trama de calles muy estrechas, pero tampoco permitir que no haya comercios de calidad .

- ¿Morir de éxito como Gràcia?

- Por ejemplo. Pero la diferencia entre Gràcia y el Poble Sec es que aquí casi no hay plazas, por lo que es más difícil que se puedan dar circunstancias como las de Gràcia.

- Se refiere a los botellones, claro.

- Claro. El Poble Sec no tiene esos riesgos, y lo que tenemos que hacer es fomentar que no los tenga. Que sea difícil. Por eso tenemos que vigilar mucho la oferta del Paral·lel en ese sentido. No puede ser monotemática, solo enfocado a un sector, a un público. La cultura no se tiene que desarrollar solo de la noche. Nos interesa que el Paral·lel también esté vivo durante el día.

- Muchos apuntan a la falta de comercio de calidad en el barrio.

- No estoy de acuerdo. Sí que hay comercio de calidad. En estos momentos tenemos bastantes restaurantes de calidad, que antes no había; tenemos artesanos que antes no teníamos; locales donde hacer la compra diaria… Además, procuraremos que la reactivación del Paral·lel sirva para generar nuevo comercio de calidad.

- ¿Y qué les diría a los que dicen que el barrio cada día está más sucio?

- Que no es cierto. El barrio no está sucio. Además, tenemos un refuerzo especial en algunas zonas que son altamente utilizadas, como la calle de Blai y las perpendiculares al Paral·lel en la zona baja… Sí que es cierto que nos ha costado un poco ajustar los contenedores que había que poner y que la gente se acostumbre a tirar las cosas dentro, en vez de al lado, en la calle.

- ¿Cuáles han sido sus grandes apuestas este mandato?

- Hemos rehecho toda la trama de calles. Toda la trama central, seguro. Incluida la calle de Blai, en la que hemos puesto los pivotes, hemos pactado los horarios de las terrazas y hemos ideado un sistema de limpieza más intensivo que en el resto del barrio. Después también está la plaza de la Bella Dorita, la calle de Vila i Vilà… Todo lo que hemos hecho en la trama central siempre ha ido en la misma dirección: poder ganar espacio para el peatón en calles muy estrechas, haciendo las aceras todas accesibles y cómodas e intentando que los coches vayan a una velocidad razonable. Deberían ir siempre ha 30.

- Hablando de coches, otro de los males es la falta de aparcamiento.

- Es cierto. Aquí hemos tenido varios problemas. Teníamos previsto hacer el aparcamiento de la plaza de Navas antes de empezar las obras en el tramo central, pero la empresa adjudicataria quebró, y se desajustó el calendario. El otro aparcamiento, en la Ciutat del Teatre, no se pudo hacer porque ERC no lo votó, problema que no se ha podido resolver. Esa es otra de las cuestiones que deberemos resolver en el Paral·lel. No podemos tener una zona llena de teatros a la que la gente no pueda venir porque no hay dónde aparcar.

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