Que la inmigración es un potencial de conflictos se aprecia en el hecho de que suele aparecer entre los tres principales problemas del país (junto al desempleo y las dificultades económicas). Además, casi el 80% de los españoles coincide en que la cifra de inmigrantes es elevada o incluso excesiva, y más del 50% sitúa la cultura y la nacionalidad de los extranjeros como los factores que más complican la relación con los autóctonos. En este sentido, el índice de recelos es muy expresivo: un 20% de los españoles señala a los árabes como el grupo que le provoca más prevenciones, mientras que un 15% alude a los rumanos y sólo un 6% a los latinoamericanos. Eso sí, un 45% de los ciudadanos confiesa que no siente ningún recelo hacia los extranjeros.