Llevaba la vida de una alimaña: huyendo de un lugar a otro y escondiéndose tras violar a dos mujeres y asesinar a una de ellas. Quizás, en el fondo, se trate de una auténtica alimaña. Como tal actuó hace más de un año y medio, el 24 de mayo de 2009, cuando presuntamente agredió sexualmente y mató a golpes a una vecina de Pedralba.

El cuerpo de Mari Carmen Ortiz, de 56 años, fue encontrado desnudo y con signos de violencia en su domicilio. La autopsia desveló que la víctima había sido violada, anal y vaginalmente, y golpeada hasta la muerte.

El crimen dio origen a una exhaustiva investigación, que fue asumida por agentes de la Policía Judicial y de la Policía Científica de la Guardia Civil. En una minuciosa inspección, los especialistas lograron aislar restos orgánicos y huellas dactilares del asesino.

La búsqueda del criminal hizo que, durante semanas, prácticamente todos los vecinos de la localidad que habían tenido algún contacto con la mujer se convirtieran en sospechosos. Muchos de ellos, más de 200, se sometieron en los meses siguientes a pruebas voluntarias de determinación del ADN, con el fin de colaborar en la investigación y demostrar que estaban libres de cualquier sospecha.

Las indagaciones de la Guardia Civil dieron resultado con la identificación del presunto asesino: un marroquí sin antecedentes policiales que vivió durante un tiempo en Pedralba. Pese a ello, su localización no fue sencilla, debido a la precauciones que en apariencia adoptaba. Todo apuntaba a que había huido del pueblo y que, desde ese momento, había llevado una vida lo más discreta posible, cambiando de ciudad cada cierto tiempo para pasar desapercibido.

Tampoco ayudaba a su localización su nacionalidad marroquí, debido a las dificultades que las fuerzas de seguridad suelen encontrar para penetrar en el círculo (amigos, familiares…) de algunos magrebíes e incluso por la posibilidad de que pudiera haber regresado a su país.

Pese a todo, el rastreo por parte de la Guardia Civil no cesó. Y el pasado día 31 de enero, el principal sospechoso del crimen de Pedralba fue detenido por violar presuntamente a una joven en Torrepacheco. El hombre fue arrestado por la Guardia Civil en una pensión de Murcia.

Los agentes comprobaron que el detenido era buscado por la Guardia Civil de Valencia, por lo que avisaron a sus colegas. Horas después, miembros del Grupo de Homicidios de la Benemérita de Valencia se desplazaron a Murcia y se hicieron cargo del arrestado, que después de ser interrogado fue puesto a disposición del juzgado de guardia.

Aunque el contenido de su declaración no ha trascendido, sí se conoce que las pruebas biológicas y las huellas dactilares lo sitúan en el lugar del crimen. Ante tales evidencia, el juez ordenó su ingreso en prisión. Más de año y medio después del crimen, el presunto asesino de Mari Carmen Ortiz ya se encuentra entre rejas. El sospechoso llegó a Murcia hace dos semanas, según las investigaciones.