PEDRO BLASCO / MARTA BELVER
Viven 60.000 y parece que son muchos
más. Antes sólo se les podía
encontrar en los restaurantes,
siempre de una calidad media/baja.
Hace algo más de diez años invadieron
la Comunidad con tiendas
«todo a cien». Hoy tienen restaurantes
de lujo, restaurantes económicos,
tiendas de moda con productos
muy aceptados entre jóvenes
y mayores y hasta un polígono
comercial en Fuenlabrada.
Ya no regentan sólo establecimientos
de comida oriental. Han
diversificado sus negocios y se
les puede ver sirviendo en tascas
en las que no se ofrecen rollitos
de primavera, sino mercancías
culinarias españolas cien por
cien, como la tortilla de patatas o
los bocadillos de jamón.
Pero ni en la crisis se ha parado
este pueblo de emprendedores y
trabajadores al límite. Hay un proyecto
industrial en Estremera,
ampliación de las naves de la zona
de Fuenlabrada y hasta un
gran banco que se ha establecido
en la Plaza de la Cibeles, en el corazón
de la ciudad y la Comunidad.
Los chinos madrileños han
cambiado y ya hay hasta ejecutivos
que vienen a comprar y vender
a Madrid, que se ha convertido
en una de las bases preferidas
de la zona mediterránea.
En Fuenlabrada hay prevista la
construcción de un hotel de cuatro
estrellas para facilitar a los
empresarios de aquel país hospedaje
cómodo mientras hacen sus
negocios.
Hace algunos meses, un grupo
de inversores chinos elaboró una
propuesta para hacerse con el centro
comercial M-40, situado junto a
Cuatro Vientos, y hacer una gran
superficie comercial con materiales
de este país. Finalmente, la
oferta no ha cuajado.
Del comerciante chino que no
tenía papeles de ningún tipo, se ha
pasado a otro empresario más profesional
que quiere competir en
igualdad de condiciones.
Un comercio chino en el polígono de Cobo Calleja en Fuenlabrada. / G. ARROYO
La Federación de Empresarios
Madrileños de Madrid (Fedecam)
logró hacemeses que 3.000 comerciantes
chinos en la Comunidad de
Madrid se integraran en la asociación
con el objetivo de legalizar todas
sus tiendas. Hong Guang Yu
Gao es el prototipo de la nueva filosofía
de estos orientales. Yu Gao,
vicepresidente de ACHE (Asociación
de Chinos en España) y
miembro de la Cámara de Comercio
de Madrid, dice que España es
«un país lleno de oportunidades».
Comenzó trabajando, como no,
en un restaurante a mediados de
los 80 y tras montar su propio negocio
hostelero se convirtió en importador
de muebles. Ahora exporta
vinos y productos españoles a su
país. Yu Gao decía recientemente a
este periódico: «Hay un fuerte carácter
emprendedor. Se sacrifican
horarios y se trabaja sin fiestas ni
vacaciones. Nosotros consideramos
que la crisis genera oportunidades
». Esas son, en su opinión, las
claves del éxito de sus negocios. Y
también saber qué sector va a funcionar
en los próximos años.
La comunidad china en Madrid
En la actualidad, hay unos 60.000
ciudadanos de origen chino residiendo
en la Comunidad de Madrid.
«Los primeros llegaron en la
década de los 20, pero el principal
boom se produjo a finales del siglo
pasado», señala Xu Songhua, presidente
de la Asociación de Chinos
en España.
Su homóloga en la Asociación
de Mujeres Chinas, Ximyu Chen,
precisa que de los 60.000 compatriotas
con domicilio en la región
20.000 son féminas, la mayoría de
ellas trabajadoras. Los chinos suelen
acertar y se colocan los primeros
en el mercado.
Además de haber consolidado
los negocios tradicionales con los
que echó raíces en España, como
restaurantes de comida típica de
su país, la comunidad china ha diversificado
su actividad laboral hacia
otros sectores, como importación
y exportación y turismo, según
precisa Songhua.
En toda España hay 8.000 tiendas
chinas de productos perecederos,
3.000 de ellas en la Comunidad,
explica Pedro Zhang, presidenta
de la Asociación de
Alimentación de Chinos en España.
En la Asociación de Bazares
Chinos, por su parte, contabilizan
unos 2.000 negocios en la región,
del total de 28.000 a nivel estatal.