El Ministerio del Interior interrumpió ayer la expulsión de los inmigrantes saharauis que habían llegado en patera a Fuerteventura el pasado 5 de enero. La decisión llegó después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos pidiese al Gobierno la paralización de las repatriaciones en tanto en cuanto no resuelva los recursos presentados por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). El tribunal de Estrasburgo se pronunció sobre 13 de los 15 casos de saharauis afectados, aunque CEAR confía en que también se detenga la expulsión de los otros dos.

La decisión de Estrasburgo no ha pillado a contrapié al Gobierno ya que estaba a la espera de que se resolvieran los recursos de CEAR en el tribunal europeo para ejecutar la repatriación de los saharauis. Ello, pese que a la Audiencia Nacional ratificó el pasado viernes y el lunes los argumentos del Ministerio del Interior para denegar la solicitud de asilo a los 15 inmigrantes , porque consideró que no estaban perseguidos por motivos políticos.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos «no prejuzga» el fondo de la demanda de los saharauis ni valora el eventual peligro que podrían correr si son devueltos a El Aaiún, en el Sáhara Occidental, desde donde partieron junto a otros siete compatriotas rumbo a la costa canaria. Precisamente, estos siete inmigrantes corrieron mejor suerte, ya que Interior atendió a sus reclamaciones y aceptó tramitar su asilo.

La corte de Estrasburgo viene a decir al Gobierno que necesita más tiempo para examinar los recursos presentados por CEAR después de que la Audiencia Nacional no les diera la razón. Mientras tanto, recomienda detener las expulsiones, solicitud que el Ministerio del Interior acatará, según fuentes del departamento. Es la primera vez que el tribunal aplica el artículo 39 de reglamento sobre expulsiones para este tipo de casos, ya que siempre lo hizo para procedimientos de extradición.

Desde CEAR se congratularon por la decisión y confiaron en que Estrasburgo sea más sensible a la hora de analizar el riesgo que corren los demandantes si regresan a El Aaiún, donde vivieron en primera persona el asalto que las fuerzas marroquíes llevaron a cabo al campamento de Gdeim Izik en noviembre.