España encabeza junto con Malta y Portugal el índice de países de la Unión Europea con una mayor tasa de abandono escolar. El porcentaje de alumnos españoles que no llegan al segundo ciclo de Secundaria – el baremo utilizado por Bruselas para elaborar el informe – asciende a un 31,2%, más del doble de la media comunitaria. Estos datos, referidos a 2009, fueron difundidos ayer por la comisaria de Educación de la UE, la chipriota Androula Vassiliou, durante la presentación de un programa que pretende situar por debajo del 10% el volumen de abandonos escolares en Europa en 2020.

El estudio comunitario, que también incluye la evolución de los fracasos en las aulas desde 2000, desvela que España es uno de los pocos países en los que se ha incrementado la tasa – un 7,2% – a lo largo de la última década. La comisaria de Educación vinculó tanto este incremento como el elevado porcentaje español con la burbuja inmobiliaria que estalló al inicio de la crisis. «Muchos jóvenes decidieron abandonar los estudios atraídos por la demanda de empleos de baja cualificación en sectores como la construcción», constató Vassiliou.

El ejemplo de Croacia

España lidera el convoy del fracaso en las aulas acompañada por Portugal (también 31,2%) y Malta, que con un 36,8% abre el ranking comunitario. Estos dos últimos países, sin embargo, lograron reducir los abandonos en torno a un 30% la pasada década. Pese a que tradicionalmente los países nórdicos ocupan los primeros puestos en las listas de sistemas educativos más exitosos, el informe de la UE sitúa al frente de su último índice a Croacia y Eslovenia, ambas con un porcentaje inferior al 5%. Francia y Alemania se mantienen por debajo de la media comunitaria, mientras que Reino Unido rebasa el 15% e Italia roza el 20%.

El estudio europeo presta especial atención a la relación entre fracaso escolar e inmigración. La cifras indican que el volumen de abandono entre los extranjeros duplica (26%) al de los nacionales. En el caso español, esta tasa escala hasta el 45%, la más alta de la Unión Europea junto a Grecia e Italia. Por contra, en otros países, como Reino Unido, los abandonos son menores entre los foráneos que entre los nativos.

Con estos datos sobre la mesa, la UE se ha propuesto combatir un fenómeno muy vinculado con el desempleo, que genera más ciudadanos «dependientes» de los subsidios e incluso puede conducir a la exclusión social. Por ello, Bruselas recomienda actuar principalmente en tres frentes. En una primera instancia, aboga por detectar lo antes posible las dificultades en el aprendizaje. Además, se insta a intervenir rápidamente en casos de bajo rendimiento y, finalmente, la Comisión de Educación llama a articular «medidas compensatorias». Es decir, desarrollar un modelo educativo paralelo con «segundas oportunidades» para jóvenes que hayan dejado sus estudios. «Atraerlos a la Formación Profesional es una buena respuesta porque en el futuro se necesitarán cualificación para lograr un empleo», detalló Vassiliou.