Observadores internacionales señalaron que los guardias de Frontex estuvieron siguiendo la pasada semana en Gambia a un grupo de 70 senegaleses que habían bajado por el río que lleva el nombre del país y que es su arteria principal. Sin embargo, su intento de salir en cayuco quedó frustrado.

La Agencia Europea de Fronteras Exteriores (Frontex) ha disminuido la vigilancia en la costa africana debido al escaso número de personas que se agrupan para dar el salto a Europa a bordo de cayucos, tal y como han señalado a este periódico observadores internacionales que conocen los movimientos de los agentes de Frontex.

En concreto, las fuentes consultadas por este periódico señalaron que los guardias de Frontex estuvieron siguiendo la pasada semana en Gambia a un grupo de 70 senegaleses que habían bajado por el río que lleva el nombre del país y que es su arteria principal. Sin embargo, su intento de salir en cayuco quedó frustrado.

Ahora, la vigilancia de Frontex se reduce a Guinea Conakry, un punto caliente de la emigración clandestina, y de forma escasa en Mauritania y Senegal. Según las mismas fuentes, la realidad es que ha desaparecido el elevado número de candidatos a emigrar de forma clandestina en cayuco y los pocos que quedan lo tienen muy difícil.

Desde Frontex se asegura que ha sido la presión policial ejercida por esta agencia en las costas del África subsahariana la que ha reducido a mínimos la llegada de inmigrantes en cayucos a Canarias.

La consecuencia de este mayor control, con 174 embarcaciones y 18.200 personas interceptadas en su salida hacia España en los últimos tres años, es un cambio en las rutas de la emigración. La mayoría opta por llegar a España a través de la costa norte de Marruecos y Argelia, a donde llegan por tierra desde Mauritania y Mali.

En el pasado año sólo han logrado alcanzar las costas canarias unas 150 personas en embarcaciones clandestinas, pero, las embarcaciones partieron desde Marruecos.

Las ocho embarcaciones que llegaron en 2010 a Canarias son pateras, mientras los cayucos, con mayor capacidad y procedentes del África Subsahariana, han desaparecido de escena.

Estos números contrastan con los registrados sólo cuatro años antes, en 2006, cuando se alcanzó el récord de este fenómeno con la recepción de 31.678 personas.

Las patrulleras españolas que trabajan con los países africanos frenaron en sus aguas la salida de 93 embarcaciones con 8.547 personas en 2007, cuando en 2008 fueron 59 los cayucos interceptados, con un total de 6.654 africanos a bordo, y en 2009 esta cifra se redujo a 22 cayucos y 2.570 retenidos.

La creación de Frontex tuvo lugar en el año 2006. Para ese año se dotó a la agencia con un presupuesto de 20 millones y, en 2008 ascendía ya a 80 millones.

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