Las "barreras insuperables" de acceso al empleo para determinados colectivos
constata la necesidad de reformular un modelo que vincula la prestación a buscar un empleo imposible
Diario de Noticias, 26-01-2011pamplona. El actual modelo de renta básica se basa en la “solidaridad condicionada”, constata Comptos, es decir, un ayuda económica que si bien resulta imprescindible para los hogares más vulnerables queda a su vez supeditada a la “inserción sociolaboral” de sus beneficiarios. Sin embargo, la experiencia de los últimos años está demostrando, reitera el órgano fiscalizador, la existencia de “barreras prácticamente insuperables” para esa empleabilidad en “colectivos de avanzada edad, con problemas familiares o de salud mental o ciertos grupos de inmigrantes, etcétera”. La posibilidad real de inserción laboral se reserva sólo para las personas que presentan un “mejor perfil laboral”, es decir, “encuentran empleo los que ya presentan las mejores condiciones para ello”. La actual coyuntura económica está acentuando la vinculación de la renta básica con la “disposición a trabajar por parte del beneficiario más que a encontrar un puesto de trabajo propiamente”, al igual que existe cierta “crítica social” sobre la idea de que estos programas “favorecen la dependencia y el parasitismo”. De ahí que ciertos autores estén sugiriendo la “progresiva desvinculación” entre la prestación económica, que pasaría a considerarse como una pensión no contributiva, y las medidas de inserción laboral que desarrollarían los servicios públicos de empleo. El objetivo sería centrar los recursos en la solución de las “situaciones económicas realmente difíciles”. En este momento, vincular una prestación económica a encontrar uno de los "escasos empleos ofertados para unos colectivos con serias dificultades de empleabilidad exige de las instituciones forales una “reformulación o replanteamiento global de la actual regulación de esta prestación social”.
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