Piden 35 años de cárcel para el presunto asesino de Clara Rangel en Errenteria
La mujer, de nacionalidad venezolana, fue acuchillada por su pareja. La víctima murió desangrada en presencia de sus tres hijos menores
Diario Vasco, , 26-01-2011La Fiscalía de Gipuzkoa solicita penas que suman 35 años de cárcel para el presunto asesino de Clara Rangel, la mujer de nacionalidad venezolana que en diciembre de 2008 murió acuchillada en Errenteria a manos de su compañero sentimental. El ministerio público imputa al acusado un delito de asesinato, otro de homicidio en grado de tentativa y un tercero de lesiones. Asimismo, pide que indemnice a los familiares de la víctima, entre ellos a su propio hermano al que también hirió, con una suma total de 139.000 euros.
Los hechos ocurrieron sobre las doce del mediodía del 29 de diciembre de hace tres años, en el cuarto piso, letra D del número 8 de la calle Elías Salaberria, en el barrio errenteriarra de Agustinas. En el interior del piso se encontraban, además de la víctima, de 35 años, el agresor, Keny Lexkur González, de nacionalidad venezolana, un hermano de éste y tres hijos: uno de 16 años, otro de dos y el tercero de seis meses. El mayor de ellos es fruto de una relación anterior que la víctima había mantenido en su país natal con otro hombre, mientras que los dos niños fueron concebidos con quien era su pareja actual.
Según el relato de hechos realizado por el ministerio público en su escrito de calificación, el acusado entró en la habitación que compartía con su pareja y en presencia de los dos niños pequeños comenzó una «violenta discusión». En un momento determinado, el acusado salió del cuarto, se dirigió a la cocina, cogió un cuchillo de veinte centímetros de hoja y se lo clavó a su mujer en el cuello, la espalda y en la axila. La víctima sufrió un total de nueve heridas. La más grave fue la del cuello que le afectó una arteria y le produjo una pérdida masiva de sangre.
El hijo mayor de la víctima y el hermano del homicida trataron de evitar la agresión y en el intento resultaron heridos. Ambos salieron al balcón para pedir auxilio y reclamar la presencia urgente de una ambulancia y de la Policía. Tras cometer el crimen, el homicida se autolesionó con el mismo cuchillo.
Tanto el cuñado como el hijo mayor fueron atendidos de diversas lesiones. El hijo adolescente sufrió tres heridas por arma blanca además de una crisis de ansiedad, mientras que el hermano del autor presentaba otras cuatro heridas.
Alcohol y drogas
La Fiscalía de Gipuzkoa sostiene que en el momento de la agresión, el acusado se encontraba influenciado por la ingesta de bebidas alcohólicas. En este sentido, señala que Keny Lexkur González abusaba del consumo de cocaína y también de alcohol, aunque precisa que no presentaba una patología psiquiátrica derivada de su adicción. Añade la acusación pública que la ingesta de bebidas «actuó como factor modificador de la conducta». Por ello, la acusación pública considera que en el momento en que acabó con la vida de su compañera la capacidad volitiva del inculpado «se encontraba limitada de forma leve». Añade asimismo que cuando perpetró el ataque contra su hijastro y contra su propio hermano la percepción sobre lo que estaba ocurrieron se encontraba aún más alterada debido a la perturbación que precisamente le había producido la agresión sobre Claritza Rangel.
La fiscal del caso, Ana Marcotegui, solicita para el acusado veinte años de prisión por el delito de asesinato, diez más por homicidio en grado de tentativa y otros cinco por lesiones. El ministerio fiscal considera que en los hechos concurren las agravantes de parentesco y la atenuante de trastorno mental.
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