SÍLVIA OLLER ENRIQUE FIGUEREDO – Salt
Todos a una. Salt unirá hoy sus voces en favor del civismo y de la convivencia en la que podría acabar convirtiéndose en una de las mayores manifestaciones jamás celebradas en el municipio. Más de 200 asociaciones, entre ellas una veintena de entidades de inmigrantes, secundarán la marcha, que estará encabezada por el lema “Volem viure a Salt en pau i bé”. La manifestación, que se prevé que transcurra en silencio, partirá al mediodía de la popular plaza de los Peixos, pasará por la calle Major, la plaza Llibertat, la calle Àngel Guimerà y culminará delante del ayuntamiento con la lectura de un manifiesto a cargo de la juez de paz del municipio, Maria Carbó. Un documento en el que la ciudadanía exige a sus representantes políticos más cercanos, el Ayuntamiento, “un gran pacto de ciudad” en temas como la educación, el urbanismo y la seguridad.

En el manifiesto también reclaman a la Generalitat una hoja de ruta que permita mejorar la calidad de vida de los vecinos de Salt. En este sentido, piden a la Conselleria de Interior que la seguridad en el municipio “no sea un hecho puntual”; a la de Justícia, “una revisión de la ley que contemple penas para los delincuentes multirreincidentes” y más recursos para la educación y las personas en riesgo de exclusión social.

Los organizadores de la manifestación animaron a las familias a secunden la marcha y se mostraron seguros del éxito de la convocatoria. “Será una manifestación unitaria que recogerá sensibilidades de personas de diversa ideología política y religiosa”, subrayó Lluís Mateu, secretario de la comisión organizadora, convencido de que se verá “un pueblo unido, que quiere vivir en paz”.

Además de las cuestiones puramente reivindicativas y del lema de la marcha, la manifestación conlleva también cuestiones de seguridad. El acto obligará a desplegar un dispositivo especial para prevenir posibles altercados, en una población que estos días vive una inundación policial sin precedentes. Las fuerzas de seguridad se conjuran ante la amenaza de que grupos xenófobos puedan reventar la marcha. De hecho, esta semana ya se ha producido la detención de un presunto provocador que, en nombre de una organización de extrema derecha, quiso quemar un contenedor para agitar el ambiente. Ha quedado en libertad con cargos después de declarar ante el juez.

Además de la policía, la propia organización de la manifestación contará con voluntarios de entidades participantes que colaborarán en que no se den incidentes. La preocupación de la Administración frente a la manifestación es alta. El conseller de Interior, Felip Puig, hizo un llamamiento para que transcurra de forma cívica. El conseller insistió en desvincular “la delincuencia del color de la piel”. El máximo responsable de la seguridad en Catalunya tras el presidente de la Generalitat mostró su esperanza en que durante la marcha “no haya elementos de distorsión que nos hagan perder la cohesión social”.

Estos días, en Salt, la presencia masiva de mossos d´esquadra ha hecho que el paisaje cambie un poco en ciertas zonas de la localidad, especialmente en horas nocturnas. La noche del jueves, por ejemplo, la primera tras la muerte del menor marroquí que cayó de un quinto piso, dejó las calles casi desiertas durante horas.