MATARÓ – Redacción
El Ayuntamiento de Mataró quiere desvincular unos hechos que tuvieron lugar hace una semana en el barrio de Rocafonda con los incidentes producidos también hace unos días. Unas 200 personas, en su mayoría inmigrantes , se enfrentaron la semana pasada a las fuerzas del orden en una revuelta en la que se vio implicado un agente de la policía local destinado al servicio de grúa. El agente intentaba multar a un ciudadano de origen magrebí que había estacionado en doble fila. Al parecer, el conductor salió de un bar cercano cuando vio actuar al agente, según algunas fuentes, provisto de un bate de béisbol, con actitud amenazante hacia el policía y gritando de tal modo que pronto se arremolinaron en torno a él unas 200 personas, que intentaron obstaculizar la labor policial.

El concejal de Vía Pública, Francesc Melero, explicó que en vista del cariz que tomaban los hechos, y el número de personas allí congregadas, se pidieron refuerzos a los Mossos, que enviaron dotaciones antidisturbios procedentes de las comisarías de Mataró y de otros municipios del Maresme, como Arenys de Mar y Premià de Mar. El infractor fue detenido y acusado de un delito de atentado y resistencia a los agentes de la autoridad y tuvo que ser trasladado al hospital víctima de un ataque de ansiedad.