Un operativo especial de cuatro fuerzas policiales (Policía Nacional, Mossos d’Esquadra, la Guardia Urbana de Badalona y la de Sant Adrià) combatirán de forma conjunta el llamado mercado de la miseria, situado debajo de la autopista C – 31, que logra reunir cada martes a unos 500 vendedores irregulares que intentan sacar dinero de objetos usados, muchas veces procedentes de la basura. Desde junio pasado no se

coordinan acciones conjuntas, lo cual ha hecho aumentar la cantidad de vendedores ambulantes que ofrecen desde ropa usada hasta comida y medicamentos. Los ayuntamientos aseguran que actúan por razones de “salud pública y de imagen”.

Unos 60 policías de los cuatro cuerpos ya comenzaron el operativo el martes pasado de forma conjunta, el único mecanismo para reducir la venta de objetos ilegales. Permanecerán cada martes hasta el 1 de febrero cuando las fuerzas policiales harán un balance de la acción. «Es muy difícil coordinar a todos, pero es la única opción para combatir este tipo de prácticas que suponen una amenaza para la salud pública», explica Ferran Falcó (CiU), primer teniente de alcalde de Badalona.

El primer día del operativo policial conjunto se saldó con 4.000 kilos de material decomisado y tres detenidos (dos personas por no tener documentación en regla y otra por resistencia a la autoridad). Los responsables policiales esperan que la repetición de la acción, tres martes más, sirva para reducir la afluencia de practicantes del top manta, pero reconocen que resulta prácticamente imposible mantener un operativo policial coordinado de forma permanente.

La acción conjunta fue acordada en una reciente reunión entre los representantes de ambos ayuntamientos, la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra. Falcó reconoce que las temporadas en las que no hay coordinación policial los vendedores burlan a los policías locales cruzando a un lado y otro de la frontera. El mecanismo es bien conocido por todos: si llegan los agentes de Sant Adrià, los vendedores corren al lado de Badalona. Si llegan los de Badalona, corren hacia Sant Adrià.

EN TRANVÍA / El llamado mercado de la miseria opera junto al mercado legal de paradistas que cada martes se asienta en la zona. Los vendedores informales no responden a un perfil único y aunque hay muchos vecinos del barrio de Sant Roc que acuden al lugar a ganarse la vida, cada vez acuden más manteros procedentes de Barcelona.

Los ayuntamientos de Badalona y Sant Adrià han solicitado por escrito a los responsables del tranvía que ejerzan un mayor control sobre los pasajeros procedentes de la plaza de las Glòries. La policía tiene constancia de que el tranvía es uno de los medios más utilizados por los vendedores irregulares para transportar su mercancía, y en muchas ocasiones sin pagar el billete.

SUPERVIVIENTES / Los vendedores que huyen de la policía defienden la actividad como una forma de subsistencia, la única con la que cuentan, y muchos de ellos son inmigrantes con permiso de residencia legal.

La acción coordinada, que ya se había realizado en algunas ocasiones el año pasado, provocaba una disminución de vendedores pero luego volvían a aflorar cuando la policía bajaba la guardia. Durante los controles, los manteros también suelen desplazarse hacia calles aledañas cerca del mercado y dejan a su paso los desechos o la mercancía defectuosa que no pueden vender, según denuncian los vecinos.