El Frente nacional se sube al carro de la «nueva» derecha extrema europea

Gara, A menudo acusado de intentar cazar en terreno del Frente Nacional, Sarkozy basó su victoria electoral en 2007 en la inmigración y la seguridad, pero esta estrategia divide a la mayoría de cara a 2012., 15-01-2011

La extrema derecha francesa cumplirá cuarenta años de historia este fin de semana con la salida de Jean – Marie Le Pen de la cabeza del Frente Nacional y la esperada elección de su hija Marine, que confía en dar la sorpresa en las elecciones presidenciales de 2012 con un discurso «modernizado» y más en línea con los movimientos que configuran la llamada «nueva extrema derecha europea».

JEAN – marie le pen unió a nostálgicos de Vichy y de la Argelia francesa

Orador de primera, provocador de una cruzada contra la inmigración, Jean – Marie Le Pen pasará este fin de semana el testigo del liderazgo del Frente Nacional a su hija Marine, después de medio siglo de vida política en la que despertó a una casi marginal extrema derecha.

A sus 82 años, no muestra ningún remordimiento por sus provocaciones racistas, antisemitas o negacionistas, que han marcado su carrera política.

Toda su vida ha deseado llevar a cabo su revancha contra el «sistema», al que sólo ha logrado inquietar. La más emblemática de sus venganzas sigue inconclusa. El 21 de abril de 2002, se presentó por cuarta vez a las elecciones presidenciales y conmocionó a la clase política al lograr el 17% de los votos y pasar a la segunda vuelta para enfrentarse a su «enemigo jurado», Jacques Chirac, tras desbancar al candidato del PS, Lionel Jospin.

Pero antes de conocer el éxito y de convertirse en el elemento más perturbador de la clase política, Le Pen buscó durante años su destino. Nacido en junio de 1928, fue el hijo huérfano de un humilde pescador. Líder estudiantil de Derecho en París, malhablado y peleón, en 1956 se convirtió en el más joven de los 27 diputados que apoyaban a Pierre Poujade, contrario al sistema parlamentario y que ocupaba el nicho de la extrema derecha en un momento en que ésta estaba desacreditada.

Oficial de paracaidistas durante la guerra en Argelia – fue acusado de torturar, algo que él niega – , este furibundo anticomunista irrumpió en la contienda presidencial en 1965.

Tras frecuentar mucho tiempo medios ultraderechistas, fue designado en 1972 a la cabeza de un nuevo partido, el Frente Nacional, que vegetó durante una decena de años antes de entrar en el juego político a partir de las elecciones municipales de 1983.

Mientras, reunió a su alrededor mucha camarilla de extrema derecha: nostálgicos de la Argelia francesa, católicos integristas y antiguos partidarios del régimen de Vichy. Y puso su mano sobre su tema favorito, un rechazo visceral de la inmigración, a sus ojos el «látigo» o el «cáncer» que origina todos los males de la sociedad francesa.

Millonario tras heredar la fortuna de un amigo, no dudó en «matar a Bruto» cuando su delfín Bruno Mégret quiso arrebatarle en control del partido en 1998, a riesgo de una escisión que costó muy cara en militantes y cuadros.

En la carrera por su sucesión, ha dado pleno apoyo a la tercera de sus hijas, que será elegida presidente frente a un viejo compañero, Bruno Gollnisch, en el congreso que el partido celebrará este fin de semana en Tours.

El avance de la extrema derecha no es, según los expertos, un fenómeno coyuntural producto de la crisis económica, sino que es una reacción a «la apertura internacional de fronteras».

Principales formaciones ultraderechistas en el viejo continente

Suiza

El partido de derecha populista Unión Democrática de Centro (UDC) es la primera fuerza política de la Confederación desde 2003. Recientemente reforzó su influencia al ganar dos referendos de iniciativa popular sumamente polémicos: en 2009 la prohibición de construir alminares en el territorio suizo y en 2010 la expulsión automática de los delincuentes extranjeros.

Geert Wilders, de 47 años de edad, líder del Partido para la Libertad (PVV), milita conta «la islamización de Holanda» y propone la prohibición del Corán, libro sagrado de los musulmanes al que compara con «Mein Kampf» (Mi Lucha) de Adolfo Hitler. El PVV quedó en tercer lugar en las legislativas de junio pasado, con 24 de los 150 escaños de la cámara de diputados. Apoya al gobierno minoritario de centro – derecha del liberal Mark Rutte.

El avance de los partidos de extrema derecha es general en los países nórdicos. Los Demócratas de Suecia (SD), herederos de un movimiento neonazi, dirigidos por Jimmie Aakesson, 31 años, entraron en el Parlamento en las legislativas de setiembre, en las que obtuvieron 5,7% de los votos.

En Dinamarca,

el Partido del Pueblo Danés (PPD), aliado al gobierno liberal – conservador, es la tercera fuerza del Parlamento. Los sondeos le dan un 14,6% de la intención de voto. En Finlandia, el Partido de los Verdaderos Finlandeses podría lograr una avance espectacular en abril.

La nueva figura de la extrema derecha es Heinz – Christian Strache, 41 años. Su partido, el FPO (Partido de la Libertad de Austria), obtuvo el segundo lugar en las elecciones municipales de Viena en octubre de 2010. EL FPO exalta los valores cristianos, a menudo con lemas hostiles al Islam y, contrariamente a otros momivientos de extrema derecha, es proisraelí.

El partido Jobbik (Movimiento por una Hungría Mejor) es la tercera fuerza política del Parlamento, al cual ingresó en las legislativas de abril pasado en las que obtuvo 16,71% de los votos. Presidido por Gabor Vona, 32 años, Jobbik es un partido conocido por sus campañas agresivas contra los gitanos y por sus discursos xenófobos y homófobos. Jobbik se distingue en la esfera de influencia de la extrema derecha por ser abiertamente proárabe. Sus militantes a menudo llevan pañuelos palestinos para mostrar su hostilidad hacia Israel.

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