EE.UU. continúa en estado de shock tras masacre en Arizona
El Universo, 11-01-2011La congresista demócrata Gabrielle Giffords sigue en estado crítico pero estable en el hospital universitario de Tucson (Arizona) donde están ingresados otros siete pacientes, cinco de ellos graves, a raíz del tiroteo en un acto político el sábado.
El atentado, en el que murieron seis personas, hizo que Washington amaneciera ayer con las banderas a media asta y que el presidente de EE.UU., Barack Obama, encabezara un minuto de silencio en todo el país en honor a las víctimas.
Los fallecidos son una niña de nueve años, un juez federal, un asistente de Giffords y tres personas de más 70 años. La masacre dejó además 14 heridos.
Tras reunirse en el Salón Oval con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, Obama declaró que “en Estados Unidos evidentemente, estamos muy apenados y conmocionados tras la tragedia” en Tucson. Antes de esta reunión, Obama y su esposa Michelle salieron por la puerta sur de la Casa Blanca a las 11:00, se recogieron durante un minuto en el jardín de la residencia presidencial, con las cabezas bajas y los ojos cerrados mientras una campana repicaba.
En la Casa Blanca y el Capitolio las banderas ondean a media asta, al igual que en todos los edificios públicos y legaciones diplomáticas de EE.UU. en el mundo.
Herida en la cabeza, Gabrielle Giffords, de 40 años, permanece en coma inducido pero los médicos están optimistas. “En esta fase del juego, si no hay cambios es bueno”, dijo ayer el neurocirujano Michael Lemole del hospital en Tucson.
El esposo de Giffords, el astronauta Mark Kelly, emitió un comunicado para agradecer el apoyo recibido tras el ataque y recalcó el orgullo que sentía su esposa de servir al estado de Arizona. Fuera del hospital, personas han dejado velas, flores y notas como: “¡Lucha, Gaby, lucha!".
Jared Loughner, de 22 años, disparó 31 tiros cuando Giffords se reunía con electores en el estacionamiento de un supermercado de Tucson. El pistolero fue dominado cuando intentaba recargar su pistola Glock 9mm semiautomática.
Entre los muertos está Christina Taylor Green, una niña nacida el trágico 11 de septiembre del 2001, cuando EE.UU. fue blanco de ataques terroristas. La niña, que era la nieta del ex mánager del equipo de béisbol de los Filis de Filadelfia, Dallas Green, era integrante del consejo de alumnos en su escuela y fue al acto por su interés en asuntos de gobierno.
Clarence Dupnik, sheriff del condado, criticó el clima político de Arizona, que el año pasado saltó a la escena internacional por una dura ley contra la inmigración. “La retórica del odio, de la desconfianza al gobierno, de la paranoia sobre cómo opera el gobierno (…) impacta en la gente”, dijo Dupnik, miembro del Partido Demócrata de Obama.
Giffords, demócrata de centro, es una de las principales defensoras de la reforma migratoria. Y aunque se ha mostrado favorable a reforzar la seguridad en la frontera, también tomó distancia, a mediados de 2010, de la controvertida ley que buscaba criminalizar a los inmigrantes ilegales. La congresista había recibido repetidas amenazas de muerte.
La ex candidata republicana a la vicepresidencia, Sarah Palin, había puesto el nombre de Giffords en lo que ella llamó una “lista negra”, debido al apoyo de la congresista a la reforma de salud de Obama.
Grupos de diversos sectores afirmaron que el tiroteo debe servir como un “momento de reflexión” e hicieron un llamado a la tolerancia y a un cambio en la cultura política del país.
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