La caída del contrato de integración francés

Público, AFP/Miguel Medina, 10-01-2011

Gracias a esa no aplicación de los exámenes y las formaciones obligatorias y eliminatorias que Sarkozy quería inicialmente, el tejido social francés puede seguir haciendo, como desde hace dos siglos, su trabajo de enriquecimiento de la cultura autóctona francesa, y de integración progresiva.

Francia registró en 2009 179.000 entradas legales de inmigrantes, llegados oficialmente para quedarse. La cifra es muy parcial, según todas las fuentes. Pero tiene la ventaja de ser oficial: esos 179.000 llegan con todas las de la ley y se instalan para siempre.

Una vez en Francia, la idea inicial de Sarkozy era someter a todos los inmigrantes a una carrera de obstáculos de larga duración y de varios años, también eliminatoria, que recibió el nombre de Contrato de Acogida e Inmigración (CAI).

Cuando se entra en el detalle del Informe de Actividad de la OFII 2009, llega lo interesante. Para poder alcanzar esa cifra de CAI “propuestos”, la Administración se ha librado a un auténtico ejercicio de contorsionismo. Entra en un CAI todo aquel inmigrante que sigue algún cursillo de formación, de los que existen desde siempre en Francia.

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