La Nochebuena del 2010 será siempre recordada dolorosamente por la familia de Graciela Gloria Zhingri, joven ecuatoriana asesinada por su esposo, después de celebrar la Navidad junto con su pequeño hijo.

A las 03:00 del 25 de diciembre un alguacil del condado de Putnam, Nueva York, encontró el cadáver de la inmigrante de 19 años en casa de sus padres, Julio y María Zhingri, situada en la calle Agor Lane, en la localidad de Mahopac.

En una declaración grabada, rendida a la policía el pasado viernes, Paul Amay, de 25 años y también ecuatoriano, confesó haber matado a su esposa.

Amay admitió que bebió en exceso el 23 de diciembre y cerca de la medianoche fue a ver a Zhingri, quien lo recibió fuera de su casa. Admitió que discutieron y que “impulsado por los celos” tomó a Graciela del cuello y la estranguló.

Luego la arrastró dentro de la casa, donde la apuñaló tres veces, dejando el cuchillo clavado en su pecho. Se ocultó en casa de un amigo en la ciudad de Ossining, donde fue arrestado.

El jornalero ecuatoriano dijo que tenía varios meses separado de su esposa, quien estaba relacionada con otra persona. Agrega que al ir a buscarla para ver a su hijo se produjo la discusión y el crimen.

Amay está indocumentado en EE.UU. desde el 2004 y enfrenta la deportación tras ser arrestado por conducir embriagado, por lo cual pasó cuatro meses en prisión. Ha sido detenido al menos cuatro veces por esta misma causa y su esposa lo había acusado de violencia doméstica, por lo que un juez dictó una orden de alejamiento que venció en agosto y de la cual había pedido una extensión, que no fue concedida.

El asistente del fiscal, Christopher York, dijo que Amay será acusado de asesinato en segundo grado, asalto agravado y posesión ilegal de un arma, lo que le costaría una condena de entre 25 años de prisión a cadena perpetua.

“No la volveré a ver más. Era la luz de mis ojos. Ahora solo espero que se haga justicia y que el criminal pase el resto de su vida en la cárcel”, señaló Julio Zhingri, padre de Graciela. “No debe salir más de la cárcel, porque es peligroso. Hay que evitar que siga haciendo daño”, agregó María Zhingri.

Marcia Naulasaca, prima de Graciela, reveló que la fallecida había terminado sus estudios secundarios en el 2008 y se preparaba para empezar clases en la Universidad de Columbia, en Nueva York. “Era brillante, ambiciosa y trabajadora”, agregó.

El pequeño Anthony Amay Zingri se encontraba bajo el cuidado del Servicio de Protección Infantil, pero sus abuelos maternos dijeron que pedirán la custodia.