El portavoz de CiU en el Parlament, Jordi Turull, rechazó ayer el «buenismo» con los extranjeros, y afirmó que considerarán la propuesta legislativa del contrato de integración para inmigrantes que el PP llevará a la Cámara en enero.

Turull reconoció a los micrófonos de Rac1 que no están «por el todo se vale» en materia de inmigración y que «se mirará» la iniciativa del PP, si bien remarcó que el Pacto Nacional por la Inmigración debe ser el que guíe estas políticas.

«El PP debería saber que la integración por parte de los inmigrantes también significa lengua. No sé si lo tienen previsto o no», remachó Turull. La presidenta del PP, Alicia Sánchez-Camacho, ya avanzó que en enero impulsarían la propuesta del contrato, así como un plan de barrios para combatir el incivismo en municipios catalanes.

También en ese sentido, el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Lleida presentará una moción en el próximo pleno pidiendo que se tenga en cuenta la conducta de los inmigrantes a la hora de aprobar peticiones de reagrupamiento familiar y de arraigo social. En concreto, el partido propone que el Consistorio emita informes en los que se incluyan las infracciones de las ordenanzas municipales que regulan la convivencia y el civismo.

La moción, en palabras de la concejala y portavoz popular, María José Horcajada, pide que en los casos de peticiones de arraigo, el reglamento de la nueva Ley de Extranjería contemple que cada Ayuntamiento tenga potestad para comprobar infracciones de ordenanzas cometidas por el solicitante y, en el caso de existir alguna sanción firme en referencia a estos incumplimientos, darle la posibilidad de emitir un informe negativo. En cuanto al reagrupamiento, la edil aseguró que la potestad de comprobar las infracciones permitiría garantizar un nivel adecuado de bienestar para los familiares que se pretendan reagrupar. Como en el caso anterior, en el caso de detectarse dichos incumplimientos, el informe debería ser negativo, informa Marta Serret.