La gestión de la inmigración en los ayuntamientos va abriéndose paso como tema clave de la campaña de las municipales. Las mociones de censura que algunos municipios han aprobado en la línea de reclamar que la conducta cívica de los inmigrantes sea determinante a la hora de obtener el certificado de arraigo o, incluso, el de reagrupamiento familiar, está provocando tensiones en los consistorios. Con el PSC dividido entre la línea dura —como es el caso de los ayuntamientos de L’Hospitalet o Salt (Girona)— y la más contemporizadora con la inmigración—Barcelona es un ejemplo—, el PP lleva en este campo la voz cantante.
Ayer, el líder popular en la capital catalana, Alberto Fernández, afirmó que volverá a pedir en el pleno municipal que el certificado de convivencia para inmigrantes que ya emite el Consistorio en virtud del cumplimiento de las ordenanzas de civismo sea determinante a la hora de denegar o conceder el arraigo o la reagrupación familiar. Fernández denuncia aquí el doble discurso del PSC, que en L’Hospitalet o Salt sí aprueba mociones en los mismos términos que la que él presentó en Barcelona pero que el pleno de octubre rechazó. Fernández pidió a Jordi Hereu y Xavier Trias (CiU) que «rectifiquen y abandonen el seguidismo a ICV en las políticas de inmigración», recordando que PSC y CiU sumaron sus votos en Barcelona para rechazar su propuesta.
Según Fernández, el Ayuntamiento de Barcelona debe dar un mensaje para que «aquellos inmigrantes incívicos, que no respetan la ciudad y no cumplen con sus obligaciones, no esperen que se les reconozcan unos derechos».
Albiol: «Tolerancia»
Donde el debate también es muy vivo es en Badalona, con el líder del PP en el municipio y representante de la línea más combativa en contra de la inmigración irregular, Xavier García Albiol, alimentando la discusión. Albiol, en un comunicado, lamentó ayer que el Consistorio aprobase el martes una moción en la que si bien se pedía al Gobierno denegar el permiso de residencia por arraigo a los inmigrantes incívicos, no abogase también por regular también la reagrupación familiar. Albiol lamentó que el equipo de gobierno municipal —formado por PSC, CiU y ERC— no siguiera a las alcaldesas socialistas de Salt y L’Hospitalet. «Rebajando las demandas del PP, el alcalde Jordi Serra (PSC) envía un mensaje de tolerancia a los inmigrantes incívicos».
En paralelo, y mientras el Ayuntamiento de El Vendrell estudia también aprobar una moción similar, el jefe de filas de ICV en Barcelona, Ricard Gomà, reclamó a PSC, CiU y ERC que «dejen de abonar la agenda que marca el PP», y lamentó su apoyo a las mociones que defienden denegar los informes de arraigo a los inmigrantes incívicos.