XIANA SICCARDI / Barcelona
El Servicio de Delitos de Odio y
Discriminación de la Fiscalía de
Barcelona ha decidido archivar la
denuncia presentada por SOS Racisme
contra el PP a raíz del polémico
videojuego que el partido colgó
en su página web durante la
campaña electoral, en la que el
usuario podía jugar a matar inmigrantes ,
aunque el partido siempre
ha defendido que se trataba de una
«guerra de ideas».
Tras recibir la denuncia de la
asociación, además de gran cantidad
de correos electrónicos de
personas ofendidas, la Fiscalía ha
considerado que «la rápida reacción
de los líderes del Partido Popular
retirando inmediatamente el
videojuego» y «reconociendo además
el error que supuso», supone
que «no existen elementos suficientes
» para estimar que los hechos
denunciados sean constitutivos
de un delito de provocación al
odio, la violencia o la discriminación,
ni ve «la existencia de indicios
racionales de criminalidad
contra persona alguna».
Afirma también la Fiscalía que
«no le corresponde efectuar ninguna
valoración acerca del contenido
del videojuego en lo relativo
a su oportunidad, al acierto o desacierto
de sus mensajes políticos
», «así como tampoco efectuar
juicios de valor desde el punto de
vista ético y pedagógico».
También recuerda que los principios
de igualdad y de no discriminación
son valores que «deben inspirar
» no sólo la actuación de los
poderes públicos, sino también la
actividad y el comportamiento de
los representantes de las diversas
formaciones políticas, en una sociedad
que debe respetar «a todas las
personas con independencia de su
origen, nacionalidad, ideología o
creencias».
En el videojuego, llamado Rescat:
Alicia Croft, la presidenta del
PP catalán, Alícia Sánchez–Camacho,
a lomos de una gaviota
apodada Pepe, «dispara y va aniquilando
supuestos enemigos»,
entre ellos unos paracaidistas
donde se lee «inmigrantes ilegales
». Al conocerse la polémica, el
PP catalán ordenó la retirada inmediata
de este juego.
SOS Racismo aseguraba en su
denuncia que no se trata de «un
juego inocente ni de una pura
anécdota tan sólo merecedora de
una disculpa». Tildaban los hechos
de «realmente perversos» y afirmaban
que entrañan un peligro potencial
«enorme» al satisfacer los más
bajos instintos de actuación contra
la vida de las personas.
«Potencialmente pueden dar lugar
a que por parte de algunos se pase a
la acción concreta: el tiro o el disparo
real», subrayaba el escrito.
«El Partido Popular de Cataluña
–afirmó en plena polémica SOS
Racisme mediante un comunicado–
no da tregua a su discurso racista
y xenófobo» y «no tiene vergüenza
en instigar al odio entre
vecinos y vecinas y en explotar a
las personas inmigrantes , sobre
todo a aquellas más vulnerables
que no tienen papeles, como chivo
expiatorio sobre el que volcar
el descontento social, haciéndoles
responsables de los problemas de
Cataluña».