M. B. / Kabul
Especial para EL MUNDO
Afganistán se convirtió el año pasado
en el país del mundo con mayor
número de personas que solicitaron
asilo en otro país, superando
así a Irak o Somalia que hasta ahora
encabezaban la lista de peticionarios,
según datos del Alto Comisionado
de las Naciones Unidas
para los Refugiados (ACNUR).
En años anteriores Afganistán
ya había ocupado la primera posición
pero no lo había vuelto a hacer
desde 2001, año en que cayó el
régimen de los talibán. En concreto,
en 2009 un total de 26.803 afganos
y afganas solicitaron asilo, una
cifra que supone un incremento del
45% respecto al año anterior. José
Sieber Luz, responsable de la unidad
de Protección del ACNUR en
Kabul, achaca el aumento a «una
mezcla de factores: el conflicto armado,
el incremento de la pobreza
en las zonas rurales y la desilusión
con la realidad del país».
No obstante, la segunda responsable
de dicha agencia de la ONU
en Afganistán, Alessandra Morelli,
aclara que «no se puede hablar de
una inundación de peticiones, pues
los números son aún totalmente
manejables». Asimismo, destaca
que ACNUR no entrará en temas
políticos, o sea, no valorará si el incremento
de peticiones es o no un
síntoma de que la situación en el
país asiático va de mal en peor.
Lo que parece claro, no obstante,
es que la violación de los derechos
humanos y la inestabilidad en
Afganistán crece, y que eso lleva a
muchos a querer marcharse a otro
país. En julio del año pasado ACNUR
emitió una serie de directrices
con el objetivo de ayudar a su
personal y a los Gobiernos a la hora
de evaluar las necesidades de
protección internacional de los peticionarios
de asilo de Afganistán.
Dichas directrices dejan entrever
la desastrosa situación del país.
Así, por ejemplo, ACNUR alerta
de que «Afganistán ha experimentado
un empeoramiento general en la
violencia relacionada con el conflicto.
En concreto, han aumentado en
su conjunto la intensidad y la extensión
geográfica del actual conflicto
armado». También afirma que «en el
año 2008 las amenazas y la violencia
contra los periodistas fueron en aumento
» y que «se ha avanzado poco
en la eliminación de la discriminación
por razones de género, tales como
los matrimonios forzados y matrimonios
de niñas; en la facilitación
del acceso a la justicia para las víctimas
de la violencia doméstica y de
género; en el castigo de los crímenes
de honor; en la abolición de los delitos
imprecisos contra la moral y de
las severas restricciones a la libertad
de circulación».
Por último, la agencia de la ONU
enumera una larga lista de supuestos
por los que una persona puede
ser perseguida en Afganistán o correr
peligro su vida: la conversión
del Islam, el proselitismo con el fin
de convertir a los musulmanes a
otra fe, la homosexualidad, el adulterio,
pertenecer a un determinado
grupo étnico, trabajar para las tropas
internacionales u organizaciones
extranjeras, o estar vinculado al
Gobierno. Por ejemplo, ser funcionario
público, profesor o miembro
de las fuerzas de seguridad afganas.
Los países que recibieron mayor
número de peticiones de asilo procedentes
de Afganistán en 2009
fueron Noruega (3.871), Reino
Unido (3.535) y Alemania (3.302),
en los que ya existe una importante
colonia afgana. España también
registró algunas solicitudes, aunque
pocas: 42 en 2009 (39 hombres
y 3 mujeres), y 50 en 2008 (48 y 2).
Esas cifras, sin embargo, contrastan
con las peticiones recibidas en
2007, que sólo fueron 15.
La responsable de la unidad de
Protección de la delegación del
ACNUR en España, Marta García,
explicó que las solicitudes suelen
estar relacionadas con la situación
de inseguridad y el régimen que
imponen los talibán, como el reclutamiento
forzoso, la falta de libertades,
etc. También dijo que en
muchas ocasiones los peticionarios
de asilo en España han estado antes
en Grecia.