Educación intercultural multilingüe

El Universo, José Mario Ruiz Navas, 20-12-2010

La colonización es la forma más conocida de dominación. El arma más eficaz de los colonizadores no es la espada de ayer, ni las bombas “inteligentes” de hoy, sino el fomento de un complejo de inferioridad.

Los medios para inocular este complejo, siendo varios, coinciden en presentar al colonizador como superior a los colonizados. Señalo pequeños ejemplos: – Los belgas presentaban a los congoleses un mapa de la pequeña Bélgica en una escala superior al grande Congo. Hasta hace poco los ecuatorianos hablábamos del arroz y de la lana “de Castilla”, para indicar la superioridad del colonizador.

Profesores y sacerdotes, entre otros, se resistían (¿se resisten?) a hablar en quichua, para evitar la imagen de indígena. Chapurrean inglés, también, para darse importancia. Niños indígenas, que recibían la enseñanza solo en castellano, por no entender a sus profesores, eran calificados como “tontos”, hasta que salían de algunas escuelas convencidos de ser tontos. El convencimiento de su inferioridad es consolidado por el trato displicente, que los indígenas reciben de la generalidad de los mestizos. Numerosas mamás impiden a sus hijos hablar en quichua, para que no sean despreciados.

En los últimos decenios se han dado largos pasos hacia la toma de conciencia de la igual dignidad de los indígenas; sin embargo estamos aún lejos de llegar a la superación de la primera causa de nuestro subdesarrollo: el complejo de inferioridad. En el censo anterior un sobrino mío se identificó como mestizo y la empleada de cocina, una indígena pura, se identificó como “blanca”. Muy probablemente en el censo reciente el mestizaje habrá crecido a costa de la disminución de lo indígena.

Este problema ha sido atendido con cambio de leyes, la principal de las cuales es la ley de educación intercultural multilingüe, que está siendo estudiada por los asambleístas, espero, con hondura e integralidad. Es una ocasión para cultivar la identidad ecuatoriana con los valores de las diversas culturas. Unidad en la diversidad. No es posible una unidad en la uniformidad; pues los usos, las costumbres, la visión del mundo son diversos. La unidad en la uniformidad es imposición, es antidemocracia. La historia dice que la diversidad ha sido fecunda cuando ha estado abierta a una mutua corrección y complementación. Ha sido fatal, en países, en los que la diversidad ha llevado a consolidar aislamientos, algunos sangrientos, como las guerras tribales. El control realizado por expertos independientes es irrenunciable, para garantizar el proceso hacia la unidad en la diversidad y la diafanidad en la administración. La redacción de esta ley es compleja: Se requieren maestros capaces de transmitir su convencimiento personal de la dignidad indígena. Se requieren dirigentes convencidos de los valores y derechos de unos y de otros, llamados a la integración.

Indígenas y mestizos necesitan esta capacitación especial.

Un elemento nuevo es la emigración de indígenas a las ciudades; los territorios mestizos se han multiplicado. Por el complejo antes citado, los padres de familia difícilmente escogerán para sus hijos la educación bilingüe indígena bicultural. Esta, para ser elegida, debe ser más integral que la mestiza.

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