OLGA R. SANMARTÍN / Madrid
El chileno Víctor Sáez, presidente de
la Federación Estatal de Asociaciones
de Inmigrantes y Refugiados en
España (Ferine), fue el pasado martes
a recoger el certificado de residencia
que necesita para poder votar
en las elecciones municipales de
2011. La Policía le dio cita para entregárselo
el próximo 10 de enero.
Sólo cinco días después, termina el
plazo –del 1 de diciembre al 15 de
enero– para que los extranjeros que
quieran ejercer su derecho al sufragio
puedan inscribirse en el censo
electoral.
Víctor Sáez votará, pero por los
pelos. Muchos de sus compañeros
no llegarán a tiempo. «Varios miles»,
según estima la Ferine, que piden
que se amplíe hasta el 15 de febrero
la fecha para registrarse con el fin de
«poder tener a tiempo todos los papeles
». ELMUNDOadelantó elmartes
que el PSOE se ha lanzado a buscar
el voto de 1.700.000 ciudadanos
de la UE y Noruega, 350.000 personas
procedentes de países con convenios
de reciprocidad –podrán votar
por primera vez los procedentes
de Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia,
Chile, Paraguay y Nueva Zelanda si
llevan almenos cinco años de estancia
permanente– y otras 380.000 que
han adquirido la nacionalidad española
en los últimos años. Pero difícilmente
podrá hacerlo si sus potenciales
electores no presentan en un mes
toda la documentación.
Y es que, además de estar empadronados,
los inmigrantes deben
cumplimentar un impreso en el que
se manifieste la voluntad de acudir a
las urnas (los que votaron en las
elecciones de 2007 no tendrán que
hacerlo) y presentar el permiso de
residencia. Pero se da la circunstancia
de que este año muchos de los
que fueron regularizados masivamente
por el Gobierno socialista en
2005 se encuentran renovando este
permiso, tal y como denuncia el presidente
de Ferine.
Han pasado cinco años desde
aquel proceso y aquellos extranjeros
tienen ahora derecho a una residencia
permanente en nuestro país. Pero
tienen que pedirlo y, en algunas
comunidades autónomas, se tarda
«entre tres y cuatromeses» en conseguirlo.
Víctor Sáez, por ejemplo,
consiguió su primera tarjeta en octubre
de 2005. El pasado mes de agosto
fue a renovarla y en octubre le caducó.
Aún no se la han dado, así que
la Oficina del Censo Electoral le exige
un certificado de residencia que
acredite que efectivamente vive en
Madrid y por el que tiene que pagar
6,82 euros.
Ferine calcula que unos 300.000
extranjeros que fueron regularizados
en 2005 se encuentran en estos
momentos renovando sus papeles,
por lo que tendrán que pedir este
certificado de residencia, que «tarda
entre 15 y 20 días en ser otorgado».