El Gobierno trasladará Extranjería pero sin aumentar los funcionarios

Las Provincias, V. GIL | CASTELLÓN., 17-12-2010

La Subdelegación del Gobierno confía en que la apertura de la nueva oficina de Extranjería descongestione el servicio, pese a que se mantendrá el mismo personal que está ahora mismo trabajando en la calle Tenerías.

Ayer mismo, el subdelegado del Gobierno, Antonio Lorenzo, informaba de que a principios del próximo año la oficina de atención a extranjeros del Cuerpo Nacional de Policía se trasladará desde su actual sede de la calle Tenerías hasta la plaza Teodoro Izquierdo, número 6. El traslado permitirá prestar un servicio de mucha mejor calidad.

La puesta en marcha de la nueva comisaría de la ronda Este ha facilitado los cambios en la capital de la Plana. Hasta hace unos días en las oficinas de la plaza Teodoro Izquierdo se expedían pasaportes y DNI. Estas instalaciones han quedado libres a raíz del traslado del servicio de expedición de documentos a la nueva comisaría.

Antonio Lorenzo ha recordado que «desde que José Luis Rodríguez Zapatero llegó al Gobierno en 2004, una de nuestras prioridades ha sido la de ofrecer cada vez una mejor y más digna atención a los extranjeros que residen en Castellón.

Por ello, «desde el primer momento se adoptaron una serie de medidas que permitieron superar el caos de tiempos anteriores». Entre otras, «la entrada en funcionamiento de la oficina de extranjeros de la avenida Casalduch y la atención a estas personas en la nueva sede de la Subdelegación, en el antiguo Banco de España», dijo.

No obstante, ha añadido que «sabíamos que la atención que se prestaba en la calle Tenerías era manifiestamente mejorable». Por ello, «en cuanto ha quedado libre el local de la plaza Teodoro Izquierdo, hemos tomado la decisión de trasladar allí la oficina de atención a extranjeros del Cuerpo Nacional de Policía», dijo.

La actual oficina de Tenerías dejará de prestar este servicio tras haber sido durante años un punto de conflicto permanente. Hace apenas unos meses, en septiembre, la saturación del servicio obligó a que los ciudadanos que precisaran de este servicio se vieran obligados a dormir en la calle, frente a las puertas de la oficina, para poder conseguir ser atendidos. Se sumaron dos elementos: la falta de funcionarios y el repunte de solicitudes.

El caos en esta oficina hizo que ni siquiera los que estaban citados para acudir pudieran ser atendidos por el personal. Es decir, los extranjeros extracomunitarios recibían una notificación con una fecha concreta para renovar alguno de los documentos preceptivos para seguir en España, pero o podían ser atendidos por el gran número de personas que estaban en la puerta.

Además a partir de las 12.00 del mediodía se comienza a dar paso a las peticiones de los comunitarios, lo que agravava la situación. La tensión hizo que incluso una mujer, ante la impotencia por no poder ser atendida, lanzara una silla por el aire. Dentro, la situación no era mejor ya que los funcionarios estaban al límite y con varios de ellos de baja y con peticiones para ser trasladados a otros servicios. La Subdelagación optó por atajar el problema ampliando el horario a cambio de pagar horas extraodirnarias a los funcionarios del servicio.

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