Unos 3.000 policías acudieron al lugar equipados con cascos y porras e intentaron tranquilizar a los asistentes, pero no lograron impedir que llegaran a las manos.

Unos 3.000 policías acudieron al lugar equipados con cascos y porras e intentaron tranquilizar a los asistentes, pero no lograron impedir que llegaran a las manos.

Unas mil personas fueron detenidas ayer en Moscú, muchas de ellas con cuchillos y armas de fuego, en choques entre grupos ultranacionalistas y de inmigrantes caucásicos que llevaron a la policía a cerrar la plaza Roja.

Los extremistas de derecha salieron a las calles de Moscú gritando lemas como «Rusia para los rusos» o «Largo al Cáucaso» en diferentes puntos de la ciudad, donde los ánimos llevan días inflamados después de que un seguidor de fútbol ruso muriese por los disparos efectuados por un hombre de origen caucásico.

En la estación Kiev de la capital rusa las fuerzas de seguridad cerraron el acceso al metro y a uno de los mayores centros comerciales de la ciudad, mientras los peatones se veían obligados a huir. Allí, grupos de extrema derecha habían anunciado la protesta contra los inmigrantes y estos, a su vez, una contramanifestación.

Unos 3.000 policías acudieron al lugar equipados con cascos y porras e intentaron tranquilizar a los asistentes, pero no lograron impedir que llegaran a las manos. En los enfrentamientos hubo varios heridos.

La tensión entre los grupos étnicos aumentó sobre todo tras la caída de la Unión Soviética, aunque últimamente se reavivaron los enfrentamientos. El fin de semana, cientos de nacionalistas atacaron a inmigrantes en los alrededores de la plaza Roja. Cada año, decenas de inmigrantes mueren en el país. Según datos oficiales, existen 150 grupos en los que se organizan unos 10.000 extremistas de derecha.