Al menos 5.000 personas, muchas de ellas inmigrantes , mantienen la invasión de un parque público de Buenos Aires, escenario en los últimos días de un violento conflicto que causó la muerte de dos bolivianos y un paraguayo, en medio de una disputa política.

El mayor foco de crisis social se vive en el Parque Indoamericano, de 130 hectáreas, ocupado por unas 1.650 familias en su mayoría inmigrantes latinoamericanos bolivianos, paraguayos y peruanos, según el censo que realiza el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

Los vecinos de la zona se oponen a que el predio se convierta en un nuevo asentamiento marginal de Buenos Aires, donde ya existen catorce “villas miserias” que están pobladas por más de 150.000 habitantes, un crecimiento del 25% que se ha dado en los últimos dos años, según la prensa local.

A los vecinos los apoyan grupos violentos, entre ellos barras bravas del fútbol, según las investigaciones policiales y las imágenes de televisión.

El domingo se registraron enfrentamientos cuando un grupo de personas que intentó ingresar al parque cercado se enfrentó a pedradas con personal de la Prefectura, que intentó disuadirlo arrojando gases lacrimógenos. Catorce policías fueron heridos.

“No nos iremos sin garantía de tener vivienda”, amenazó Alejandro Salvatierra, líder de la ocupación y de otros asentamientos ilegales que en Argentina son denominados como “villas miseria”.

El 10% de los tres millones de habitantes de Buenos Aires vive en asentamientos.