LIBROS | PRESENTACIÓN
Umberto Eco aborda el odio a los judíos en 'El cementerio de Praga'
Todos los personajes de la nueva novela del autor italiano son reales menos el protagonista
El Periodico, , 14-12-2010Umberto Eco (Alejandría, Italia, 1932) odia a sus lectores. Lo confiesa él mismo, pero nadie le cree porque il professore es el rey del sarcasmo y del buen humor. Afirma el reputado semiólogo, novelista, ensayista y crítico literario que a medida que envejecemos nos hacemos «más pesimistas» y nos volvemos «un poco más odiosos». Ese es el motivo por el que el Eco «torturador» de lectores ha decidido incluir en su nueva novela, El cementerio de Praga (Lumen), a un personaje cínico y antipático. «El más cínico y el más antipático de toda la historia de la literatura», añade. Se llama Simonini. Es autor de muchas falsificaciones e instigador de varios complots. Es un hombre de pocas palabras y glotón. Odia a los judíos y a las mujeres . Simonini es el único personaje inventado del libro. El resto existió. Con estos ingredientes, el nuevo trabajo de Eco es una novela «folletinesca» que se centra en las fasificaciones y que bucea en el antisemitismo a pesar de que no tiene ni gota de antisemitismo.
INVITACIÓN / «Tres comunidades judías me han invitado a presentar el libro», aseguró ayer Eco en Madrid dejando claro que la supuesta polémica con los judíos a raíz de la publicación de la novela no existe. Y si existe, añadió, es porque algunos confunden realidad y ficción. Lo que sí quiso dejar claro el autor italiano es que L’Osservatore Romano ha atacado El cementerio de Praga porque habla del antisemitismo de los jesuitas. Pero lo único que ha conseguido el diario oficial del Vaticano, explicó Eco, es aumentar en 100.000 el número de lectores de la novela. En Italia se han vendido solo en un mes 600.000 ejemplares del libro, exclamó eufórico el autor. «No lo entiendo. ¡Con un protagonista tan antipático! ¿Se han vuelto locos los italianos? A lo mejor sí porque votan a Berlusconi», concluyó.
La explicación dio pie a preguntar sobre una de las bestias negras que tiene il professore: el primer ministro de su país. Pregunta: «¿Es Silvio Berlusconi un cadáver político?». Respuesta: «Entre los muertos y los vivos están los zombis», aseguró dejando claro que el mandatario italiano es algo así como «un muerto viviente muy peligroso».
WIKILEAKS / Eco también hizo hincapié en la rabiosa actualidad que tiene El cementerio de Praga a raíz de las filtraciones de Wikileaks. «Antes había un poder que controlaba a todos, tipo Orwell. Ahora, son todos los que controlan al poder. Pero el poder no siempre es malo y necesita reserva, confidencialidad. Con Wikileaks todo eso desaparece, así que ahora a lo mejor volvemos a los mensajes que alguien lleva a caballo una vez que los ha memorizado», analizó. Eco se unió a las voces, como la del expresidente español Felipe González, que aseguran que los famosos cables de Wikileaks no aportan información nueva. Lo esencial, en su opinión, está ya publicado en diarios de todo el mundo, subrayó tras dejar claro que los servicios secretos son «vagos» y «se limitan a creerse lo que publican los medios».
RECORTES EN CULTURA / A pesar de que Eco viajó a Madrid para hablar de su libro, resultó imposible no mencionar los recortes con los que el Gobierno de Italia está ahogando al sector cultural. «Incluso hay ministros que dicen que con la Cultura no se come», subrayó indignado. Hay personas «incultas y peligrosas» en el Gobierno de su país. El populismo vence. El Parlamento pierde poder. Pero se trata de un mal que no solo afecta a Italia. «Tengan cuidado, en su país también pueden suceder este tipo de cosas», advirtió.
Sobre lo último que está escribiendo, el autor de El nombre de la rosa (novela que cumple 30 años) y El péndulo de Focault, Eco no soltó prenda. «Calma», gritó cuando le preguntaron qué tenía entre manos. Una vez que uno termina una novela, concluyó, le esperan dos años de complicado trabajo, como la traducción del libro y los encuentros con la prensa. «Calma», insistió.
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