Cada vez son más las personas de escasos recursos que ocupan uno de los pulmones de Buenos Aires, conocido como Parque indoamericano. En principio se creía que eran unos centenares. Pero una encuesta gubernamental dio cuenta de la gravedad del asunto: en esa zona se han parapetado más de 5.000 hombres, mujeres y niños. La mayoría son inmigrantes de oros países latinoamericanos, que redoblaron su juramento de permanecer hasta que les resuelvan sus problemas de vivienda. La situación ya se ha cobrado la vida de tres bolivianos y un paraguayo.
En ese parque de 130 hectáreas se ha librado una batalla campal entre pobres: los que claman por un techo y aquellos ya asentados en las inmediaciones que no quieren al lado a las 1.650 familias. El choque parece estimulado por bandas y matones aliados a caciques políticos bonaerenses. El domingo los vecinos atacaron con piedras a las fuerzas de seguridad. Hubo 14 heridos.