El sueño americano, más cerca de los inmigrantes

Las Provincias, MERCEDES GALLEGO CORRESPONSAL | NUEVA YORK., 10-12-2010

California, Nevada, Colorado. Si el voto hispano no hubiera frenado en esos estados la furia del Tea Party, los demócratas hubieran perdido también el Senado. Y no es que los hispanos no estuvieran cabreados, ya que Barack Obama todavía les debe la reforma migratoria que les prometió. Pero al menos ahora intenta pagarles con una ley que permitirá a los hijos de inmigrantes ilegales cumplir el sueño americano.

Cada año 65.000 adolescentes hispanos completan sus estudios en el instituto, pero se quedan fuera de la universidad porque son residentes ilegales en EE UU. La culpa no es de ellos, sino de sus padres, que les llevaron al país norteamericano cuando aún no tenían edad para decidir, pero por mucho que ellos se sientan ya estadounidenses de pleno derecho la puerta del sueño americano se cierra al salir del colegio. Para los que puedan probar, en el momento de aprobarse la ley, que entraron al país antes de los 16 años y llevan cinco de impecable trayectoria estudiantil – sin ningún delito ni acta de deportación y notas sobresalientes – , la Cámara Baja aprobó el miércoles la ‘Ley del Sueño’ (Dream Act), que aún tiene que pasar por el filtro del Senado.

Será un camino a la ciudadanía, pero no será fácil. Los beneficiarios no podrán optar a las matrículas subvencionadas que ofrecen las universidades estatales y tendrán que estudiar bajo la presión de sacar siempre las mejores notas o alistarse durante dos años en el Ejército. Si el Senado aprueba la ley, a los 360.000 adolescentes que podrían entrar el año que viene en la universidad todavía les llevará una década alcanzar la ciudadanía. Un tiempo que los legisladores consideran prudente para que prueben que merecen ser uno de los suyos. La amnistía solo afectará a los que se encontraban en EE UU en los cinco años anteriores a la aprobación de la ley, lo que incorporará cada año a unos 55.000 niños, hasta que en trece años se gradúen los 715.000 latinos ilegales que ahora tienen entre 5 y 17.

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