Un trabajador de 52 años y nacionalidad ucraniana perdió la vida en una explosión accidental que se registró ayer por la tarde en las obras de construcción del tren de alta velocidad (TAV) a su paso por la localidad guipuzcoana de Eskoriatza. El accidente tuvo lugar en la anteiglesia de Marín, en una zona en obras donde había material explosivo sobrante de voladuras efectuadas con anterioridad, según informaron fuentes del Departamento vasco de Interior. Otro operario, de origen búlgaro, sufrió heridas graves y fue trasladado al hospital de Txagorritxu de Vitoria, donde permanece ingresado en la UCI, mientras una vigilante de seguridad de 34 años fue atendida en el centro sanitario de Arrasate.

El siniestro ocurrió poco antes de las dos y media de la tarde. A esa hora, Joxe y su mujer estaban en el caserío Antxustegi, situado a unos 500 metros de los trabajos de construcción de la ‘Y’ vasca. «Ha sido una explosión impresionante, muy potente», comentó este testigo, que ya tiene el oído hecho a las voladuras habituales de este tramo de obra civil que discurre en buena parte de forma soterrada. «Lo de hoy – por ayer – ha sido distinto. Nunca había oído nada igual. Ha sido un ‘pepinazo’ único. El caserío retumbó».

Un comunicante informó a SOS Deiak de que se había producido una explosión y tres personas se encontraban heridas en la zona. Tras recibir el aviso, patrullas de la Ertzaintza y ambulancias se dirigieron a la zona. El operario ucraniano murió poco después del siniestro, de modo que los facultativos sólo pudieron certificar su fallecimiento.

La Ertzaintza ha abierto una investigación para determinar las causas del accidente, originado, al parecer, por la explosión de material sobrante del que se emplea para llevar a cabo voladuras. Algunas fuentes aseguran que podría tratarse de goma – 2 y que el fallecido estaba manejando explosivo.

Ya van tres muertos

Adif, la empresa gestora de las líneas férreas estatales y responsable de la ejecución del TAV en Álava y Vizcaya, también ha abierto una investigación. El trayecto en el que se registró el accidente forma parte casi en su totalidad – 2.416 metros – del túnel que atraviesa el macizo de Albertia en el límite entre Guipúzcoa y Álava. Los sindicatos ELA y LAB exigirán responsabilidades, mientras Aralar y EB han pedido que se esclarezca lo ocurrido.

Con este siniestro son tres las personas fallecidas en accidentes laborales en la ‘Y’ vasca. La primera muerte ocurrió en julio de 2008, cuando un obrero rumano falleció al caerle una estructura de un encofrado en la localidad alavesa de Luko. El 11 de agosto de este año falleció un trabajador portugués de 49 años en Durana, también en Álava, al recibir una descarga producida al crearse un arco eléctrico entre una grúa y una línea de media tensión.