El dueño de la librería Europa, Pedro Varela, condenado por un delito de difusión de ideas genocidas, irá a la prisión mañana jueves tras haber recibido la orden de ingreso. Varela fue condenado este año por el Juzgado Penal número 11 de Barcelona a dos años y 9 meses de cárcel, aunque más tarde la Audiencia de Barcelona le rebajó la pena a un año y tres meses de cárcel. Entonces, el librero pidió la suspensión de la pena al Juzgado de lo Penal Número 15 de Barcelona —encargado de ejecutarla—, que a finales de octubre decidió no concedérsela. Ya tenía otra sentencia condenatoria —cuya pena era de siete meses de prisión— del año 2008, cosa que hizo decantar la decisión de la juez.
En declaraciones a Ep, Varela explicó que recibió la orden el pasado viernes, cuando ya se encontraba fuera pasando el puente de la Constitución, por lo que ha decidido que pasado el puente se personará voluntariamente en el centro que le corresponda. «Es inenarrable que me condenen por editar libros. Yo sólo los vendo, no los edito, aunque ellos lo disfrazan de delito», sostuvo.
Durante su último juicio, en enero pasado, Varela, Haciendo uso de su derecho al último turno de palabra, lució viso de víctima. «Los libreros tenemos un problema de indefensión jurídica», dijo, al no existir censura previa ni un listado de libros prohibidos. «¿A quién pregunto qué libros puedo vender». abundó.
Seguro ante las preguntas de las acusaciones, el acusado edificó un alegato basado en presentarse como un librero más. «Mi librería va dirigida a todo tipo de gente», precisó ante el juez Varela , quien afirmó que se rige sólo por el interés comercial e histórico a la hora de editar libros y aseguró no compartir «necesariamente» todas las opiniones que pueblan las estanterías de su librería.
Ultimamente el dueño de la librería más conflictiva de Barcelona había sido noticia por el asalto que sufrió por parte de una veintena de personas durante la huelga general del 29 de septiembre y los disturbios que se sucedieron tras el desalojo «okupa» de la antigua sede de Banesto.
Varela tildó el acto de «lamentable» y sostuvo que los asaltantes disfrazan de huelga lo que es un acto de enemistad política.