Ayuda a la mujer

Diario de Noticias, emilio sarasa, 04-12-2010

“hola, ¿en qué te podemos ayudar?” Con esta pregunta recibe Elvira Orcoz, encargada de administración en el Centro de Atención Integral a la Mujer de Tudela (CAIM), a las personas que acuden al local de toda la Ribera, en su mayoría mujeres de entre 20 y 39 años (un 62,5% en los cuatro primeros meses de 2010, es decir, 40 de las 64). Esta simple cuestión puede cambiar la situación de las más de 200 riberas que acuden al año solicitando los servicios municipales del centro, que se encarga de la prevención de la violencia contra las mujeres y ofrece apoyo y asesoramiento a personas que la sufren o pueden padecerla, ya sea física, psicológica, sexual o de discriminación.

más de 200 mujeres atendidas

Un tercio de entre 18 y 29 años

El CAIM, desde que comenzó sus servicios gratuitos el 2 de octubre de 2006, atiende al año a más de 200 mujeres que acuden por primera vez al local, abierto de 8.00 a 20.00 horas. En 2008 se encargaron de 245 casos, en 2009 de 227 y este año llevan un ritmo de actuación similar al anterior, con 64 riberas atendidas en el primer cuatrimestre. Su coordinadora y una de las dos psicólogas que trabajan allí, Maite Zalacaín, destaca que cada año se incrementa el número de mujeres de entre 18 y 29 años que acuden al centro, constituyendo en el primer cuatrimestre de este año ya el 32,8% frente al 29,6% del total de 2009. Además, de ese porcentaje sobresale el 29,69% que forman aquellas víctimas de entre 20 y 29 años, en comparación con el 23,35% del año anterior. “Es un dato interesante porque se trabaja con menos cronicidad de maltrato y, aunque es grave, no es lo mismo el de un año que el de 15”. Zalacaín explica que este aumento se puede deber a que las jóvenes cada vez están más concienciadas con la situación que viven y se dan cuenta de que ocurre algo en su relación que no va bien. A pesar de este aumento, la franja mayoritaria sigue siendo aquella de entre 30 y 39 años (en el primer cuatrimestre pasaron por el centro 21 y en 2009, 80).

También es significativo el incremento de las atenciones a ciudadanas extranjeras, ya que en 2009 fueron atendidas 101 (44,8%) de las 227 del total. De entre ellas, un 27,2% proviene de países latinoamericanos, aunque también llegan de nacionalidad de origen magrebí y de Europa del Este. Respecto a esto, Zalacaín comentó que las trabajadoras del centro se tienen que adaptar a las nuevas situaciones de estas mujeres ya que tienen otra cultura y sufren unas situaciones de violencia diferentes. Además, señaló que en la mayoría de los países de los que proceden tan sólo cuentan con la ayuda de asociaciones de mujeres voluntarias y en algunos casos con leyes contra esta violencia, por lo que este servicio municipal es “muy útil” para ellas. Sin embargo, la psicóloga reconoce que aún muchas víctimas acuden un poco “presionadas” por sus familiares y amigos y que, para un primer contacto es recomendable, pero no lo es que continuamente se les esté diciendo que no pueden seguir en esa situación de violencia porque las podría paralizar y volver a colocar en un estado de inferioridad. “Sería mejor que viniesen por su cuenta pero la experiencia de vida de las jóvenes es escasa y en ocasiones no saben si sufren una situación de maltrato, por lo que cuando vienen ya han padecido la violencia física”, señala Zalacaín.

prevención

Campañas de sensibilización en centros educativos

Por eso, desde el centro pretenden hacer campañas de sensibilización a la población de menos de 14 años. Actualmente imparten sesiones de prevención de estas situaciones en coordinación con los institutos de Tudela y las poblaciones de alrededor, sin embargo, la psicóloga cree que sería “más interesante” trabajar con los más jóvenes porque se haría a nivel estructural. Este tipo de actuación consiste en la prevención primaria y a lo largo de 2010 ya han impartido sesiones de dos horas a más de 900 alumnos de centros de secundaria y de formación profesional de toda la Ribera tratando temas como la mitificación del amor y la definición de este sentimiento.

Además, permanecen en continuo contacto con otras instituciones como Alcohólicos Anónimos, Cruz Roja, Anasaps o la policía, ya que a muchas las derivan de estos centros. También se coordinan con asociaciones que desempeñan servicios similares de otras ciudades como Sevilla, Madrid o Tarragona, porque en ocasiones es necesario trasladar a las atendidas a otros lugares por su seguridad.

procedimiento

Siete trabajadoras

El primer contacto entre la persona que solicita la ayuda y el centro se produce en la recepción de éste, situado en la calle Alberto Pelairea número 7, donde Elvira Orcoz le explica el funcionamiento y valora a quién de las seis profesionales que trabajan allí puede necesitar. Habitualmente en primer lugar se dirige a una de las dos trabajadoras sociales, Elisa Luzán o María José Doiz, quienes observan su problemática y los objetivos que llevan. Después, existen varias opciones: acudir a una de las dos psicólogas (Merche Leránoz o Maite Zalacaín), a la educadora (Silvia Lacarra) o a la abogada (Conchita Aguarón), pues a veces tienen que solucionar un problema económico o jurídico antes. A partir de aquí comienza un proceso lento en el que las trabajadoras del CAIM realizarán seguimientos de los casos (en 2009 llevaron a cabo 2.173).

Concentraciones contra la violencia de género

El día 25 de noviembre se celebró el Día en Contra de la Violencia hacia las Mujeres y varias localidades riberas hicieron concentraciones silenciosas para apoyar a las mujeres como Cintruénigo, donde la Asociación de Mujeres Alhama y el Ayuntamiento reunieron a más de doscientas personas. El acto tuvo lugar a las 20.00 horas en una zona ajardinada de los Paseos junto a la residencia de ancianos, donde un cuarto de hora antes de la concentración se encendieron 64 lamparillas y se repartieron lazos de color morado que los asistentes prendieron en sus solapas. El acto lo inició la presidenta de la entidad quien abogó por una mayor beligerancia contra la violencia de género. A continuación, los asistentes guardaron cinco minutos de silencio y, después, tocaron 64 campanadas en memoria de las mujeres asesinadas. Además, por la mañana se llevó a cabo otra concentración en las puertas del Consistorio y por la tarde se proyectó la película Te doy mis ojos.

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